El Código de las Familias en Cuba: revolucionar la Revolución

CUBA SOCIALISTA Y COMUNISTA
Viernes 28 de Octubre de 2022

El 25 de septiembre se realizó en Cuba el referéndum para votar por el nuevo Código de las Familias que proponía, entre otras, las siguientes reformas: matrimonio igualitario, adopción igualitaria y maternidad subrogada sin fines de lucro. Al cierre de la votación, el Consejo Nacional Electoral de Cuba emitió los siguientes datos oficiales: participación electoral 74.22%, votos por el SÍ, 66.85% y votos por el NO, 33.15%. Por lo tanto, se aprobó el nuevo Código de las Familias.

El referéndum del 25 de septiembre es fruto de un trabajo que viene desde lejos y en el que se han involucrado diversas instituciones cubanas, que en los últimos años han generado una serie de debates en la sociedad para revolucionar la Revolución. Sin duda, las reformas introducidas con este referéndum son avanzadas en el contexto caribeño y latinoamericano. Una vez más Cuba -a pesar de sus contradicciones internas y el bloqueo comercial- se reforma para seguir construyendo otro mundo posible.

Entre los principales países del Caribe, desde el 25 de septiembre de 2022, solo Cuba reconoce estos avances jurídicos para las familias. Mientras que en el continente latinoamericano, Cuba se encuentra en compañía de otros 7 países como : Ecuador, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Uruguay. En el caso de adopción igualitaria, Argentina, Brasil, Costa Rica, Puerto Rico, Chile y Colombia lo reconocen en su marco legal, mientras que ningún país del Caribe lo sanciona. Finalmente, con respeto a la maternidad subrogada no comercial, Cuba ha adoptado una medida con una práctica solidaria sin uso de dinero. Esta medida no mercantilista hoy se está adoptando a nivel mundial en los siguientes países: Australia, Inglaterra, algunos estados de EE.UU y Portugal, entre otros.

Para saber más, he entrevistado a la Dra. Yamila González Ferrer, Vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y miembro de la Comisión para la Redacción del Código de las Familias.

DM: ¿Cuál es la principal victoria del referéndum del 25 de septiembre?

YG: Se ajusta a la realidad de la familia cubana de hoy. Responde a las necesidades, solicitudes y urgencias de nuestras familias a través del respeto y de la aceptación de la diversidad familiar. Tiene una visión aún más inclusiva con el propósito de no dejar desprotegida a ninguna persona y a ninguna familia. Esto es de gran valor, porque ahora todos podemos ejercer estos derechos dentro del ámbito familiar. Además, no estamos hablando de un único cuestionamiento, ni de dos, sino de un conjunto de problemas, de instituciones y figuras que van a dar respuestas y ofrecer oportunidades y alternativas a todas las personas y familias por igual.

DM: ¿Por qué es un código avanzado e integral?

YG: Es muy significativa la forma en que se desarrolla en el código el principio de igualdad y no discriminación. Además, el reconocimiento de la diversidad responde a las necesidades de los niños y niñas adolescentes ya vistos como sujetos de derechos, respetando a sus autonomías y centrándose en sus intereses. El mismo enfoque también se dirige a la población de la tercera edad y a las personas con discapacidad. Reconocemos el cuidado de la familia que, en nuestro país, tiene un significado muy especial por las condiciones concretas en las que vivimos. En Cuba, el cuidado de la familia está a cargo de la mujer y este código valoriza este esfuerzo y además, amplia los derechos de las mismas y de las niñas dentro de la familia. Este aspecto es muy importante y se expresa en cada una de las instituciones jurídico-familiares que intervienen para prevenir y proteger a las mujeres en caso de violencia, sea de género u otra. Pero las mismas instituciones también intervienen en caso de violencia contra niñas y niños adolescentes, contra adultos mayores y personas con discapacidad. Es un código con un enfoque amplio y global.

DM: Con la victoria del SÍ, ahora, ¿cuáles son los desafíos?

YG: Después del SÍ, tenemos un trabajo inmenso en el que debemos concentrarnos profundamente, en como es la formación técnica de nuestros profesionales que deberán interpretar y aplicar el nuevo código. Además, este resultado nos empuja hacia un mayor, necesario, profundo y fuerte cambio cultural.

DM: ¿Cómo surge la convocatoria al referéndum del 25 de septiembre de 2022?

YG: Realmente tenemos un largo camino ya hecho y no estamos comenzando desde cero. Colaboramos desde hace años con la Unión Nacional de Juristas de Cuba, siempre con el acompañamiento de la Federación de Mujeres y Facultades Universitarias de Cuba. Llevamos años tratando y analizando temas relacionados con el género, la prevención de la violencia y recientemente hemos publicado una guía con la incorporación de la perspectiva de género en la actividad jurídica de prevención de la violencia. Creo que todo esto será una ayuda importante para nuestros profesionales del derecho para que puedan estudiar más a fondo estos temas, tomar consciencia de ellos, incorporarlos y mirarlos con un enfoque de género para sus decisiones. Pero no cabe duda que debemos trabajar cada día con más voluntad, eliminando estereotipos, prejuicios y todo lo que hiere profundamente el tratamiento jurídico de los casos de violencia.

DM: ¿Antes de llegar a la convocatoria del referéndum, hubo una Consulta Popular previa?

YG: El proceso de elaboración y aprobación del código fue una extraordinaria oportunidad de aprendizaje, profundización e intercambio de ideas. Cada uno de nosotros ha estudiado, nos especializamos en temas particulares y estas diferentes perspectivas han sido muy importantes para la construcción colectiva de este nuevo marco legal. Siempre digo que el código engloba ésta competencia de la técnica jurídica más avanzada del mundo dentro de las instituciones jurídico-familiares, también sobre la base de estudios nacionales de lo ocurrido en la práctica jurídica. Es también un código que contiene, desde un principio, una perspectiva multidisciplinaria y que ha tenido una expresión muy fuerte con la Consulta Especializada que tanto contribuyó a la elaboración de los contenidos del actual código que, en su versión 22, fue modificada por un 60% en comparación con las primeras propuestas. Y luego viene lo recibido por la sabiduría popular con la consulta que se realizó con nuestro pueblo entre febrero y abril de 2022. El nuevo Código de las Familias es el resultado de una gran participación popular que también tuvo una intención educativa y pedagógica, precisamente porque sabemos la sensibilidad con la que se abordan éstos temas. También hemos constatado la existencia de una cultura machista, homófoba y patriarcal en nuestra sociedad. Para esta situación, la consulta popular también jugó un papel importante para dar a conocer estos procesos y transformarlos en contenido real para el código.

DM: Un proceso de elaboración que forma parte de la Reforma Constitucional cubana de 2019, ¿verdad?

YG: Sí, el nuevo Código de las Familias se generó junto con la reforma de la nueva Constitución cubana de 2019. La victoria del Referéndum Popular, tuvo su antecedente o su principal impulso decisivo en los debates constitucionales del año 2018, donde el tema de las familias tuvo un gran impacto. Recordamos que el 25% de los que se expresaron en la Consulta Popular del texto constitucional centraron sus preocupaciones en temas de familia y principalmente relacionados con el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esto permitió que la Constitución aprobada en 2019 afinara y profundizara el contenido en materia de familias. Hoy, con la aprobación del referéndum, hemos sancionado la voluntad popular de tener una sociedad centrada aún más en la inclusión, la diversidad, la igualdad y la dignidad humana.

 

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