FARC-EP: volver a las armas

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Viernes 30 de Agosto de 2019

El jueves 29 de agosto del 2019, Colombia y el mundo recibió la noticia de que un porcentaje de las FARC (10%) retomará la lucha armada. En un video de 32 minutos, Iván Márquez, cuyo paradero se desconocía desde hace un año, mencionó que esa fracción guerrillera retomará las actividades combativas, debido al incumplimiento del Estado colombiano, con los acuerdos de paz pactados en la Habana en el año 2016.

Márquez anunció el regreso a las armas, responsabilizando directamente al gobierno colombiano dirigido por el presidente Iván Duque, del retorno a la lucha armada de las FARC, debido a que el Estado se burló de lo pactado en Cuba, además de profundizar la pobreza y las desigualdades sociales en el territorio colombiano. Dentro de los acuerdos que el gobierno colombiano incumplió se encuentran:

  • El gobierno colombiano pactó en los acuerdos de la Habana (2016), destinar 16 curules en el congreso para las víctimas del conflicto armado colombiano. Un conflicto que duró alrededor de 50 años y dejó más de 2 millones de víctimas. Dichos curules nunca fueron entregadas a representantes de las víctimas y su participación política quedo nula, los sin voz en la guerra, fueron los sin voz en la “paz”.
  • El gobierno colombiano se comprometió en realizar una reforma agraria, en la cual se pretendía entregar 3 millones de hectáreas de tierra a campesinos que fueron desplazados por la violencia, pero las tierras no fueron devueltas, no hubo tal reforma agraria y el territorio recuperado por el Estado, que antes era zona de conflicto, paso a ser territorio para empresas transnacionales, para la minería y el extractivismo de todo tipo. La paz resultó ser un negocio para el capital Transanacional y para la nefasta economía extractivista de la oligarquía y el Estado colombiano.
  • El gobierno colombiano afirmó que luego del desarme de las FARC-EP, el estado garantizaría la vida de todos los exguerrilleros, pero desde la firma del acuerdo de paz, han sido asesinados 150 exguerrilleros, sin hablar de la operación baile rojo 2.0 que se está perpetuando en Colombia, en donde más de 850 líderesas, líderes y defensores de los derechos humanos han sido asesinados, sin que el Estado garantice a sus ciudadanos el derecho a la vida, así como el derecho a la libertad de pensamiento político.

Uno de los puntos claves que se evidencian en el discurso de Márquez en el video, es el enfoque de clase de la lucha armada: donde menciona la nueva estrategia de lucha armada, de esa manera no se atacarán policías y soldados, teniendo en cuenta que los miembros de la fuerza pública son en su mayoría de estratos sociales bajos y que una de las consignas del marxismo es “la lucha de clases”. En función a esta lucha de clases, la nueva estrategia de las FARC-EP, es frontal y directa con las oligarquías colombianas, que encarnan la desigualdad y la injusticia social en todo el territorio colombiano.

Iván Márquez, quien estaba acompañado de Jesús Santrich y Hernán Darío Velázquez (alias el paísa), declaró en su manifiesto que realizarán acciones conjuntas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como con las demás guerrillas que no se doblegaron a los supuestos “Acuerdos de Paz” del gobierno. Reiteró el compromiso de las FARC-EP, con la defensa de los derechos de la naturaleza y la oposición total al fracking en territorio colombiano.

Ante el anuncio de las FARC-EP, el presidente colombiano Iván Duque, se pronunció vía cadena nacional, en donde manifestó que el gobierno colombiano no aceptará amenazas de grupos disidentes y ofreció una recompensa de 3.000 millones de pesos (10 millones de dólares), por quien brinde información sobre el paradero de los disidentes de las FARC-EP que aparecen en el video. El presidente Duque culpó directamente al gobierno de Nicolás Maduro, de financiar a la disidencia de las FARC-EP comandada por Márquez, declaraciones que tendrá que probar ante la comunidad internacional, debido a que  pone en duda los principios de no injerencia en conflictos ajenos de los países de la región.

Por otro lado el líder del Partido Político “FARC”: Rodrigo Londoño (alias Timochenko), aseguró que es un error histórico volver a la guerra en pleno siglo XXI y mencionó que el Partido Político “FARC”, continuará comprometido con lo acordado en la Habana, asegurando que solo un 10% de las FARC, son los disidentes que volverán a las armas. Ante las declaraciones de Timochenko, el gobierno colombiano solicitó al Partido Político “FARC” expulsar de sus filas a 14 personas que se observan en el video.

Si bien es incierto volver a retomar operaciones guerrilleras en Colombia en pleno siglo XXI, no es descabellado pensar que integrantes de las FARC se hayan sentido traicionados en el Acuerdo de Paz de la Habana. Luego del 2016 los fusiles no se callaron, la sangre de los defensores de los derechos humanos y líderes sociales siguió tiñendo los ríos, las veredas, los asfaltos en Colombia y el silencio estatal fue cómplice en aquellas matanzas. Un Estado Colombiano que está dispuesto en pagar millonarias recompensas para los disidentes que hoy vuelven al monte, pero que jamás garantizaron el derecho a la vida de aquellos ciudadanos que se atrevieron a pensar diferente. Ni hablar de la mala distribución de la tierra, la desigualdad social tanto en zonas rurales como en la urbe y la falta de garantías para el ejercicio de una democracia real.

¡Las FARC no querían volver a las armas, el Estado colombiano los empujo a ello!

 

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