2021: Frente antineoliberal o continuidad del exterminio

djjdk
Lunes 24 de Agosto de 2020

Como era de esperarse, cada representante de la oligarquía empezó a resonar. Desde su más nueva figura, el social cristiano Otto Sonnenholzner, pasando por el tan terrateniente y empresario Álvaro Noboa, hasta el banquero del feriado, Guillermo Lasso. Así mismo los oportunistas “democráticos” como Gustavo Larrea –que toma cafés “inofensivos” con los agregados políticos de la embajada yanqui-, y Xavier Hervas –un empresario más-, entran en la contienda.

Las candidaturas que generan expectativas son las de Pachakutik (PK) y de Revolución Ciudadana. En el primer caso, de existir una correlación de fuerzas favorable hacia la izquierda PK podría reiterar la candidatura de Leonidas Iza como propuesta de las bases del MIC. Sin embargo, el ala más conservadora del movimiento indígena - evidenciando la lucha de clases interna -, impuso su candidatura con la figura de Yaku Pérezque en los comicios anteriores llamó a votar por el banquero Lasso en segunda vuelta.

Por el otro frente, y en la misma orilla antineoliberal, se propone como binomio de la Unión por la Esperanza (UNES) a Andrés Arauz y Rafael Correa. Arauz un joven de clase media, técnico del frente económico del ex presidente Correa, cofundador del Observatorio de la Dolarización, espacio donde se plantean debates y reflexiones económicas críticas a la política económica neoliberal de Moreno. Frente a este binomio, la única posibilidad de la izquierda y lo plurinacional, es disputar desde la perspectiva de la lucha de clases el sentido de su proyecto modernizador y nacionalista.

Hasta hace tan sólo una semana, la figura del ex vicepresidente Sonnenholzner sonaba en los círculos de la élite política, sin embargo casi de forma simultánea al anuncio de la precandidatura Aráuz, reiteró que no será candidato en las próximas elecciones. Así mismo, el 6 veces candidato a la presidencia, el empresario Álvaro Noboa, también declinaba su intención de presentarse como candidato a la contienda electoral del 2021, aduciendo que da un paso al costado para que se unifique “una sola fuerza contra el mal”.

Ahora que en términos electorales, la candidatura del correísmo, y las posibilidades reales de llevar la delantera en la contienda democrática liberal se visibilizan como cada vez más reales e inminentes, mientras la derecha cierra filas con el banquero Guillermo Lasso. Simultáneamente, es el nombre de Lasso, el que se rumora será el comprador del Banco del Pacífico, por lo cual la Corporación Nacional Financiera aplicó una reserva al proceso de venta del banco por 15 años, resolución nunca antes vista.

Parecería que ante la candidatura del correísmo, la derecha está calculando sus pasos, desistiendo de su intención de presentar una “amplia gama” de candidatos,  unificando sus fuerzas tras el  Lasso. 

Cabe recalcar que Lasso ya representa la política económica del actual gobierno neoliberal de Lenín Moreno. En los últimos tres años de mandato, Moreno ha implementado varias de las  medidas de choque neoliberales que profesaba el banquero en su plan de gobierno en las elecciones de 2017. Estas mismas han profundizado de manera abismal la desigualdad, la flexibilización laboral, la regresión de derechos constitucionales y un sobreendeudamiento agresivo con organismos crediticios multilaterales como el Banco Mundial y el FMI. Si una cosa queda clara, es que Lasso representa cuatro años más de una profundización del neoliberalismo en el Ecuador, con el tan destacado entreguismo a la voluntad imperial de los EE.UU..

Al mismo tiempo, la lucha de clases se visibiliza en el Movimiento Indígena. Este proceso se dio con un claro desacato a las bases del movimiento, y la clara insistencia del MIC de avanzar con la postulación de Leonidas Iza y Jaime Vargas como binomio presidencial. Pachakutik ignora de tal manera la realidad política del país y las legítimas aspiraciones de representación de sus bases, y prefirió dar paso a una figura que representa una lectura caricaturesca de los pueblos y nacionalidades, antes que respaldar a figuras que cuentan con una trayectoria histórica, alta legitimidad entre sus filas y grandes expectativas generales. Así, Pachakutik deja pasar un momento histórico único, con un representante del Movimiento Indígena con tanto reconocimiento y aprobación popular.

Pachakutik cometió otro desfalco y grave error político al anunciar que el binomio presidencial de Pérez sería la artista y figura cercana a la élite guayaquileña, Larissa Marangoni, nombre que sonó por tan solo un día, y más por sus fuertes declaraciones con su posición privatizadora, que por su alianza con Yaku. El domingo en la noche Marangoni desistía de la nominación de binomio, adjudicando “diferencias irreconciliables”. Este hecho evidencia que la candidatura de Yaku viene del fraccionamiento, y a la cual parecería faltarle no solo respaldo, sino también claridad política. Pérez anunció que Pachakutik presentará un segundo binomio, que se tratará de una mujer guayaquileña “por equidad de género y región”. En todo caso, claramente Yaku representa la imagen de un indígena que no incomoda a la burguesía.

De tal forma, actualmente el Movimiento Indígena se encuentra en una disputa entre sus cuadros más conservadores y la voluntad transformadora de sus bases. Al mismo tiempo, la derecha se aglutina tras la figura de Lasso como una estrategia desesperada de unificar fuerzas ante el posible triunfo electoral del correísmo. En el caso de un gobierno liderado por el “gran banquero emprendedor”, la precarización de la vida en Ecuador continuará su curso de caída libre.

Sabemos que estamos en un desarrollo puntual de la lucha de clases a nivel nacional y regional, que requiere un frente antineoliberal que correrá desde sectores de derecha nacionalista, centro e izquierda revolucionaria, cuya única posibilidad es correr más allá del ámbito electoral y la modernización del país. En este sentido, comprendemos que el horizonte es la salida revolucionaria anticapitalista, feminista popular y anticolonial. Finalmente, la insistencia en impulsar la candidatura de Yaku Pérez por parte de Pachakutik puso a gran parte de la izquierda, crítica o no de los progresismos, ante un dilema en términos electorales: o jugar al voto nulo o votar por el candidato del correísmo.

 

Categoria
Etiquetas