Pompeo y Trump nos saludan

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Domingo 21 de Julio de 2019

Desde que Lenin Moreno asumió su mandato como Presidente del Ecuador el 24 de mayo del 2017, son numerosos los nuevos- o mejor dicho, viejos- amigos del mandatario que han visitado el país en vista de no solo rescatarnos económica, política o socialmente, sino de incluirnos en la senda al desarrollo y el progreso. Recordemos la visita del Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, hace ya más de un año, con la cual se volvieron a inaugurar las relaciones entre Ecuador y E.E.U.U después de casi una década, o la fugaz visita de Juan Guaidó, en marzo de 2019.

Está vez, el distinguido fue el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quién aterrizo en Guayaquil el sábado 20 de julio para dialogar con Lenin Moreno, y de paso, traernos un fraternal saludo de Donald Trump. Según Pompeo, Trump “está muy agradecido de contar con amigos como usted (refiriéndose a Moreno), que ha llevado al Ecuador por el camino del progreso”. Pompeo cumple actualmente con una gira latinoamericana, en la cual tiene previsto visitar también El Salvador y México. Tras su paso por Argentina, dónde recalco su apoyo al nefasto gobierno de Macri y una posible reelección suya, Pompeo manifestaba que “bajo el liderazgo del presidente Trump, nuestro gobierno ha hecho un esfuerzo para comprometernos nuevamente con nuestros socios en América Latina. Pensamos que esta es una nueva era. En fin, estamos de vuelta”.

El propósito de la reunión entre Pompeo y Moreno, la cual duró alrededor de dos horas, se centró en temas relacionados con seguridad y defensa, la lucha contra el narcotráfico, los flujos migratorios desde Venezuela y por supuesto, el reforzar relaciones comerciales entre ambos países. En todos estos ámbitos, el generoso gobierno norteamericano ya nos ha echado una mano, sobre todo en relación con la lucha antinarcóticos, la cual nos dejó un portaaviones natural, es decir, un parqueadero de aviones en Galápagos. En la rueda de prensa posterior al encuentro, Pompeo elogió la labor de Moreno, resaltando su compromiso con la democracia, la seguridad y el impulso del libre comercio. Por su parte, Moreno destacó la urgida necesidad que tiene el Ecuador de recibir apoyo económico a toda costa, supuestamente destinado a invertirse en modernizar al país y garantizar la seguridad de la ciudadanía.

Como eje central y prioritario se volvió a poner a Venezuela sobre la mesa. Ambos mandatarios reafirmaron su fidelidad a Juan Guaidó, repitiendo en su discurso la receta norteamericana predilecta que Estados Unidos quiere implantar en América Latina y el mundo: la democracia. Respecto a la crisis migratoria, el gobierno norteamericano donará 35 millones de dólares destinados a invertirse en el área de movilidad humana. 30 millones de USD se destinarían a los ciudadanos venezolanos y 5 millones a los refugiados colombianos que se encuentran actualmente en el país. Además, Moreno espera concretar apoyo económico por parte de la USAID para ser invertido en ámbitos sociales.

Afuera del Hotel Hilton Colón de Guayaquil, dónde se efectuó la rueda de prensa posterior a la reunión, la realidad es otra. Esa realidad que no solo el Estado no ve, sino que nos la impone a la fuerza con un modelo neoliberal. Desde la restauración de las relaciones bilaterales entre Ecuador y Estados Unidos, las medidas antipopulares continúan en marcha.

Mientras los mandatarios sonríen, en Zamora Chinchipe y en Imbabura operan multinacionales extranjeras que saquean y contaminan la naturaleza a cielo abierto, cegados por los recursos de la tierra, engañados por el progreso neoliberal a base de la explotación natural. Miles de trabajadores son despedidos de sus puestos, se encuentren estos en entidades públicas o privadas, ajustándose cada vez más a medidas laborales que niegan cualquier tipo de derecho tanto a trabajadores formales como informales.

La lista, lastimosamente, es larga. La arremetida neoliberal que se está implantando en América Latina continúa implantándose de manera rápida y agresiva por todo el continente, y en el Ecuador, tras la reciente inauguración del proyecto minero Mirador o el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el neoliberalismo continúa expandiéndose bajo supervisión norteamericana. “Vamos a seguir viniendo”, declaraba Pompeo en medio de su discurso junto a Moreno, dejando en claro que para el mandatario ecuatoriano, el invitado también es dueño de casa.

 

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