Vicuña: el experimento fallido del morenismo

Vicuña diezmos
Lunes 3 de Diciembre de 2018

Desde que comenzó su escandalosa llegada al poder como vicepresidenta de la República, María Alejandra Vicuña se ha visto envuelta en casos polémicos: desde ubicar a familiares en cargos públicos claves en diversas instituciones del gobierno, hasta cobrar “diezmos” a sus colaboradores cuando era asambleísta en el período 2011-2013. Esto se articula además con la baja aprobación popular hacia la poco visible gestión de la vicepresidencia.

Frente a la denuncia por cobros indebidos a sus colaboradores, Vicuña en conferencia de prensa manifestó que: “las acusaciones sin fundamento, deben ser respondidas ante la ley”. Horas más tarde, aceptó que sí, recibía dinero de la gente que trabaja con ella, pero que es normal haber hecho eso y no hay delito alguno. Pero en sí, ¿qué hay detrás de estas acciones? En este contexto se pueden avisorar diferentes posibles escenarios. El principal, que Moreno se quiere deshacer de una vicepresidenta que puede ser una barrera para la siguiente etapa que viene para el país orquestada por la derecha oligárquica del Ecuador que pretende tener a sus “cuadros” en posiciones de poder cada vez más altos e influyentes.

De de ser hallada culpable por la Fiscalía, institución que ahora está investigando este tipo de casos, Vicuña tendría que renunciar a su cargo de vicepresidenta. En caso de que no lo llegase a hacer, Moreno y su gobierno entrarían en contradicción con su reluciente discurso de la “cirugía mayor a la corrupción.” Aunque ya se ha denotado una cierta distancia con Vicuña, iniciando con declaraciones de la Ministra del Interior, María Paula Romo, en que le pide a la vicepresidenta que: “tome licencia para que se investigue estos hechos”, queda evidenciado a esta puesta en escena como una clara estrategia política; y que ahora, la Ministra del Interior, sea la nueva vocera del gobierno, va anticipando un tanto las próximas acciones que tomará el ejecutivo, las cuales responden a la vuelta de tuerca hacia el neoliberalismo.

Por otro lado, si se llega a demostrar delitos cometidos por Vicuña y no renuncia, la Asamblea Nacional no tendría la posibilidad de destituirla mediante juicio político, ya que en ese caso, se necesitaría una Corte Constitucional que funcione como árbitro y apruebe la censura, y al haber “mandado de vacaciones” a la Corte Constitucional por parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, no sería posible ir por esa vía.

Ante lo ocurrido, el discurso tanto del Gobierno Nacional cuanto de los medios de comunicación, ha incorporado al "correismo" como una de las aristas en este tipo de hechos, ya que “han sacado a la luz”, declaraciones y documentos que involucran a la ex asambleísta del ala correista Sofía Espín en todo esta trama, señalando que ella ya conocía de estas acciones y que todo el escándalo, una vez más, es culpa de Correa.

Los días que se vienen para el país son, sin lugar a dudas, lamentables para el sistema democrático e institucional, quedando en muestra que el gobierno nacional hace de su periodo todo un circo político como en los años 90.

 

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