Guillermo Lasso y su caja de Pandora

facho
Lunes 4 de Octubre de 2021

El escándalo de los Papeles de Pandora -una cuarta entrega del Consorcio de Internacional de Periodistas de Investigación-, resuena con fuerza en el país. El nombre del presidente Guillermo Lasso aparece con su conocida trayectoria de evasor de impuestos. Lasso está vinculado a 14 sociedades en paraísos fiscales y varias empresas y propiedades tanto en Panamá, Dakota del Sur, Delaware y Florida. Frente a las acusaciones, la misma noche Lasso reafirmó la legalidad de sus negocios en el país y “anteriormente” en paraísos fiscales, pero deja completamente desatendido el cuestionamiento moral que supone la evasión de impuestos por parte de las élites económicas, y su detrimento directo a todo el pueblo ecuatoriano.

América Latina, la región más desigual del mundo, al mismo tiempo es la región con mayor fuga de capitales y evasión categórica de impuestos por parte de las élites económicas, además de una menor carga impositiva. La CEPAL plantea que en América Latina, al año se evaden impuestos equivalentes a 340.000 millones USD. La burguesía trasgrede categóricamente las propias reglas de juego que su clase impone. Entre los nombres asociados a capitales y empresas fantasmas en paraísos fiscales, resalta también el actual asesor presidencial y uno de los artífices del poder político del banquero presidente, Jaime Durán Barba.

En el caso del Ecuador, el medio acólito El Universo tomó la delantera en la revelación de los datos con nexos a paraísos fiscales del presidente Lasso. Así, este medio hegemónico prácticamente paraoficial, pretende amortiguar la contundencia de las acusaciones en contra de Lasso, alivianando sus interpelaciones y pasando a una estrategia defensiva: legitimar las acciones del presidente, con el supuesto argumento de que “él mismo se deshizo de las empresas off shore”. Ningún medio ha acompañado tan exhaustivamente la carrera política del actual presidente, como El Universo.

Las denuncias que vinculan a Lasso con la evasión de impuestos y la especulación financiera se remontan a 1978 y su primera compañía “off shore”: Saranac S.A. En los Papeles de Panamá -2016- se vinculaba a Guillermo Lasso con 49 empresas en paraísos fiscales, entre las cuales constaba Andean Investments Ltd., radicada en las Islas Caimán. Esta empresa en particular estuvo vinculada a la usura del Feriado Bancario, evento histórico en que el presidente acumuló gran parte de su fortuna a costa de la precarización de la vida de millones de ecuatorianxs. Andean Investments fue liquidada en el 2011.

En los Papeles de Pandora, la filial del Banco de Guayaquil en la Ciudad de Panamá fundada en 2008, fue renombrada como Banisi S.A en 2014, una de las empresas más complejamente edificadas de Lasso. Cuando se ve en la obligación de deshacerse de sus vinculaciones con paraísos fiscales, después de la consulta popular de 2017, crea el consorcio Banisi Holding S.A.. Este nuevo consorcio compra el 100% de acciones de Banco de Guayaquil, panameñizando completamente el banco y por lo tanto la legislación que lo rige. Al consorcio Banisi Holding S.A. se encuentran vinculadas 49 firmas off shore. Este consorcio multimillonario es una de las jugadas maestras de Lasso. Legalmente se ampara en que, al estar regida por la constitución de Panamá y no del Ecuador, técnicamente Banisi S.A y Banisi Holding S.A. no incumplen con el precepto de empresas off shore.

Así mismo, en el primer trimestre de 2021, aún se vinculaban 14 empresas off shore a Guillermo Lasso, entre las que ahora se presume quedan activas 4. Entre estas constan Nora Investment, Bill Investment y Malena Investment, asociadas a empresas registradas en la Florida, con 23 millones USD de capital, además de 144 propiedades, valoradas en más de 33 millones USD. La liberalización del pago de impuestos es el modelo de negocio central de Guillermo Lasso. El entramado de Lasso también incluye la vinculación con Trident Trust, uno de los mayores proveedores de compañías off shore en el mundo.

Supuestamente Lasso se deshizo de las sociedades off shore en 2017, pero el entramado consistió en migrarlas de Panamá a EE.UU., y transferir los poderes a su esposa, María de Lourdes Alcivar y uno de sus hijos, y posteriormente a altos funcionarios del Banco de Guayaquil. En el Estado neoliberal de Guillermo Lasso y su séquito de acólitos, la excusa legal les es suficiente: “No tengo ningún tipo de relación de propiedad, control, beneficio o interés de ningún tipo con estas entidades”.

La oligarquía ecuatoriana se enriquece a costa del pueblo: una gran parte de tenedores de la deuda externa –banqueros nacionales-, encuentran su capital y los dividendos del mismo en paraísos fiscales. Recursos públicos financian directamente la acumulación y multiplicación de capital privado en el exterior, sin el pago de impuesto o gravamen alguno. Las élites financieras multiplican sus fortunas, basadas en la especulación desmedida y desregulada, además de la evasión de impuestos. La liberalización económica, financiera, laboral y legal, acompañada de la liberalización ideológica, confluye en la reestructuración de todos los ámbitos del Estado a favor de la burguesía.

El mayor logro de las élites más ricas del mundo, es la evasión de impuestos: un sistema creado para la perpetuación de privilegios, que facilita la fuga de capitales, y devela su carácter de clase. La sucesiva eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas -ISD- evidencia las intenciones de impulsar activamente la fuga de capitales desde el Estado.

El capitalismo como sistema, está estructurado para que ni la burguesía ni la oligarquía paguen impuestos. Este sistema pérfido representa sus intereses, los salvaguarda y amplía sus privilegios. Un banquero -evasor de impuestos- pretende “devolver la confianza de los mercados” y “salvaguardar la democracia”, cuando lo único que las élites parasitarias salvaguardan es su propio bolsillo.  En este sentido, de pasar la Ley de Creación de Oportunidades, ¿sería Lasso el primero en repatriar sus capitales, o es otro elemento falaz de nacionalismo ubicuo e hipócrita?

La burguesía como clase materializa una estructura que parece estar predeterminada a torcer, atropellar, interpelar y descalificar a conveniencia. En el capitalismo-patriarcal-colonial-especista, el capital se impone ante cualquier otro elemento, cálculo y factor. Queda claro que dentro de este sistema, las élites financieras, acólitas incondicionales del gran capital, siempre encontrarán vías y mecanismos de maximizar su plusvalía: la multiplicación del capital privado a costa de las clases populares.

La banca privada como gobierno se perfila como representante fiel de la clase burguesa, el bloque de poder financiero y la oligarquía local. Si en la lógica neoliberal un Estado es una empresa, su única función es facilitar la maximización de la plusvalía capitalista, por los medios y mecanismos que se consideren necesarios. La vida del pueblo, además de todo lo público y lo común son, una vez más, aspectos secundarios, considerados como costos o daños colaterales a lo largo del camino del triunfalismo capitalista. Cuando el Estado burgués es administrado como una empresa privada, el pueblo es el que pierde.

 

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