Si preguntan por la FEUE, la FEUE... ¿dónde está?

Feueoctubre
Lunes 15 de Octubre de 2018

En horas de la mañana del 10 de  octubre del año en curso,  la dirigencia de la FEUE Nacional, junto con varias decenas de estudiantes universitarios realizó un plantón en las afueras del Consejo de Educación Superior CES y posteriormente en los exteriores  de la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación SENESCYT. Los universitarios se congregaron al pie de las dependencias públicas con el fin de que sus demandas sean escuchadas por los órganos regentes de la educación superior a nivel nacional.

Posteriormente se movilizaron hacia las oficinas de la SENESCYT para, así mismo, exponer cual era el motivo de la manifestación;  cuyo bajo nivel de convocatoria aparece como una alarmante señal del "divorcio" existente entre dirigencia , la comunidad universitaria en general y el cuerpo estudiantil en particular.  

Si bien la convocatoria  no logró agrupar "hordas estudiantiles" dispuestas a "tomar Carondelet por asalto", las demandas expuestas por esta incipiente muestra callejera de inconformidad son dignas de resaltar ya que mantienen algún grado de coherencia con planteamientos anti neoliberales que en gran medida fueron olvidadas por el gobierno actual. 

La defensa de las condiciones de trabajo dignas, las no precarización laboral de la juventud disfrazada de empleo joven, el rechazó a la Ley de Fomento Productivo - que condona deudas tributarias a los grandes grupos empresariales - , la ampliación de cupos universitarios y la revisión y mejora de las políticas  y condiciones sobre becas estudiantiles,   fueron algunos de los elementos tomados en cuenta para llevar a cabo la movilización.

Así mismo los manifestantes exigieron una mejora en  los protocolos y los procedimientos para garantizar justicia respecto de los múltiples casos de violencia de género y acoso que proliferan cínica e impunemente al interior de las universidades.

Otro de los objetivos de la marcha fue el de manifestarse en contra el plan económico que lleva adelante el Gobierno Nacional. Según los dirigentes de la Federación Nacional de Estudiantes (FEUE), las nuevas medidas económicas causarían una reducción a la inversión en educación

Las autoridades universitarias  recibieron en delegación a los representantes, sin embargo se desconoce cuáles fueron los términos de aquel acercamiento, así como cuales fueron los resultados posteriores . Tal situación acrecienta el malestar que ya empieza a sentirse al interior de los centros de educación superior a nivel nacional.

Frente a los hechos tal y como aparecen narrados,  se podría inferir que la movilización estudiantil de a poco "retoma su lugar en las calles"  y entra en disputa con la escalada neoliberal que vive el país. A partir de esta inferencia , es posible creer que la respuesta son las tesis que pregonan una unidad de acción "mecánica y automática" del movimiento obrero y del movimiento estudiantil.

No estamos en contra de la unidad de acción de todos los sectores sociales a la hora de resistir los embates del poder, lo que pretende el párrafo anterior es criticar el mecanicismo con el que se piensa al cuerpo estudiantil (y de paso al movimiento obrero sindical) sin entender que este se halla atravesado por una serie de contradicciones, fallas, desaciertos y desajustes que lo privan de manifestar su real potencial transformador.

La pregunta que da título al artículo pretende apuntar precisamente a uno de los principales problemas que atraviesa la organización estudiantil, y la organización de espacios diversos en general. La brecha gigante, insalvable quizá, que existe entre los representantes y los representados. 

Es mal de la democracia representativa contemporánea el desinterés de los electores por sobre las acciones de quienes son electos para - en teoría- representar sus intereses. La universidad al ser en buena medida "reflejo" de la realidad política de la sociedad a la que se pertenece,  nos brinda un campo de ensayo propicio para intentar poner en funcionamiento nuevas dinámicas que apunten a superar esta desidia representativa.

Y es que vemos claramente que aunque los motivos para salir a marchar sean legítimos y válidos en el marco de frenar la arremetida neoliberal; lo que mengua cada vez más,  son la voces que los repliquen y los conviertan en exigencia ensordecedora, son las piernas que los ayuden a caminar por las calles, son los brazos que los tomen como estandarte.

La representación estudiantil debería plantearse un serio análisis introspectivo y evaluar, fuera de egos, y disputas político partidistas la relación que guardan con el alumnado al que "democráticamente" representan, pero al que realmente no conocen.  Y es que ser electo en un congreso no basta, es necesario evaluar los mecanismos de toma de decisiones, es necesario politizar nuevamente al estudiantado (tarea compleja en los tiempos de la No política), es imprescindible que los organismos de representación cómo la FEUE, dejen de ser vistos como "tribuna" o "trampolín" de mediocres futuras ( y frustradas) carreras políticas.

Es hora de reconciliar a los universitarios con sus organismos de representación política, o en su defecto empezar a prescindir de ellos en tanto no  constituyan una forma eficaz de representación,  es hora de empezar  a quitar la sombra de desprestigio e incredulidad que se cierne sobre los espacios de poder, es hora de tomar las nuevas dinámicas sociales y utilizar las herramientas tecnológicas para llegar a toda la gente posible, es momento de usar la creatividad como herramienta transformadora.

Mientras la dirigencia estudiantil, no cuente con la legitimidad y el apoyo de la comunidad universitaria va a ser difícil, pero no imposible, que los estudiantes aparezcan como actor central de la política. Quizá no serán las palabras, sino la agudización de las condiciones materiales de existencia las que nos lleven a "refundar"  en verdad el movimiento estudiantil.

 

 

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