Mural de Cuendina: un barrio que incomoda al poder
Este pasado 25 de diciembre fuimos al barrio Cuendina, en la parroquia de Amaguaña, para conversar con el compañero Vicente Ñacata, vecino del lugar. Recibimos una denuncia acerca del acoso que miembros de la Policía Nacional han ejercido desde el 13 de diciembre en contra de los pobladores. ¿La causa? El icónico mural de Cuendina, pintado colectivamente entre los vecinos y las vecinas en medio del Paro Nacional de septiembre y octubre de 2025, con imágenes, fotografías vivas, símbolos y consignas de lucha y resistencia.
Cuendina, conjuntamente con las Comunas de San Miguel del Común y Santa Anita sostuvieron con firmeza en el Cantón Quito las movilizaciones durante el estallido popular que provocaron las políticas neoliberales de Daniel Noboa. La revuelta popular multipolar se desató en respuesta al estado de terror causado por la militarización que trajo consigo la declaratoria del Conflicto Armado Interno –CAI-, la liberalización del precio del diésel y su subsecuente paquetazo, la brutal represión a la que sometió el mal gobierno a las poblaciones en resistencia y las declaraciones estigmatizantes, racistas y mediocres que el presidente y sus ministros insistieron sobre las manifestaciones y la consulta popular.
Producto de esta organización para la lucha, del análisis de la situación y la correlación de fuerzas, los vecinos de Cuendina pintaron un mural que marcó un hito en la gestión colectiva de la conciencia, la permanencia de la lucha y la memoria de lo que pasó en esos 32 días de terrorismo de Estado. Desde hace dos semanas miembros de la Policía Nacional se han acercado a insistir en que se borre el mural, en un acto de intimidación que los vecinos denuncian como influenciado desde la jefatura política, para presuntamente “no manchar el buen nombre” ni del gobierno ni de las instituciones del Estado.
No existe ningún argumento legal que pueda alegarse para el borrado del mural, sin embargo la intimidación que se ejecuta por medio del acoso policial contra los vecinos, queda en la total impunidad. Producto de la misma organización barrial, los vecinos de Cuendina asistieron a una asesoría legal así como se comunicaron también con medios militantes, para poder generar mecanismos de defensa de sus derechos políticos. Es así, que esta navidad, se decidió una vez más, evaluar la correlación de fuerzas y la situación para mantener el mural y evitar justificaciones maniqueas para el abuso del poder y de la fuerza, y se retiró la palabra “policía” del mural. No desde la sumisión, sino desde el ejercicio político del cuidado, como principio y práctica de sostén colectivo.
El borramiento de murales es un mecanismo de eliminación de la memoria colectiva por un lado, y de amedrentamiento contra la organización popular por el otro. Defender el mural de Cuendina es defender nuestro derecho a lucha y es resistir a la orden superior de las paredes blancas, los muros callados y los pueblos obedientes. Presentamos entonces esta entrevista con Vicente, que nos hace un recorrido por los caminos de luces y sombras que han caminado colectivamente como barrio y comunidad desde el Paro Nacional, la campaña en minga por el NO, y la conservación del mural de Cuendina, homenaje a las luchas históricas de los pueblos del país.
RC: ¿Qué es lo primero que se hizo cuando los agentes vinieron?
VÑ: Me fui a averiguar, a que me direccionen en este tema, porque puede haber represalias como está habiendo ya, entonces me fui a tomar una pequeña asesoría. Lo que dijeron es que simplemente se borre la palabra "policía" y que tenga constancia de que se borró. Esto es acoso por parte de la policía, pero para mantenerse seguros y evitar conflictos futuros, mejor borrar la palabra policía.
El mural son réplicas de fotografías, imágenes, escenas que vimos en esos momentos. Esta es la señora a la que le cogieron los dos policías en Cañar, le agredieron brutalmente. Por eso está aquí, y por eso dice "no al racismo". Esto es lo que nosotros interpretamos en esos instantes, habrá mil maneras más de interpretar, pero esta es la nuestra.
RC: ¿Qué siente con esto de borrar la palabra "policía"?
VÑ: Nuestra opinión como ciudadanos es que esto debe quedarse, porque ahí se refleja que para la matanza del pueblo, hubo policías y militares. Pero cuando el pueblo necesita protección, no hay nada para defender al ciudadano de a pie. Para nosotros, debe quedarse así el mural.
Nosotros nos sentimos desprotegidos por parte de ellos -la policía. Durante el paro, en las agresiones hubo lo que quiera de policías y militares. Y no es justo que el momento que nosotros les necesitemos a ellos, no haya elementos. Sufrimos robos constantemente y nada.
RC: ¿Por qué cree que quieran borrar?
VÑ: Dicen que estamos manchando la figura pública. Pero en el mural no constan los nombra ni se sabe quiénes son, solo dice "policía". Estos son retratos vivos, son imágenes que vimos durante el paro, son imágenes que fueron tendencia durante la represión.
La idea de pintar el mural fue porque aquí nosotros también nos levantamos por 15 días en contra del gobierno. Dos días aquí también hubo bombardeos fuertes, pero la segunda vez nos atacaron con perdigones. Incluso a una de las vecinas, una señora, fue herida en la mejilla con un perdigón. Nos dijeron que era culpa de nosotros, que estábamos lanzando piedras, y que una piedra le había dado en la cara a la señora. Pero era mentira, porque nosotros como estábamos al frente, nos quedamos junto a la señora, vino la ambulancia y con los paramédicos descartamos que haya sido ningún piedrazo. Fue un perdigón, que por suerte no se fue mas adentro porque le quedó incrustado justo en los dientes.
Entonces a partir de ese día nosotros decidimos manifestarnos de otra forma, para evitar que haya más heridos, así como hubo en otros lados, derramamiento de sangre. Decidimos expresarnos con un mural.
RC: Ustedes viendo y experimentando sobre sus propios cuerpos la violencia de la policía, deciden más bien hacer un mural. A partir de esto ¿cómo se vivió la campaña por el NO en el barrio?
VÑ: En eso también trabajamos todos. Hicimos campaña, salimos a tomarnos las calles, salimos a concienciar a la gente, porque la gente estaba como dormida, pese a que vieron los problemas que se venían suscitando no querían apoyar. Unos decían que estábamos locos, hasta que nos habían pagado a nosotros para salir a hacer campaña. No decíamos, nosotros como personas que somos, estamos viendo lo que está pasando al rededor nuestro, y por uso de razón, salimos a defender nuestros derechos.
Imagínense, son más de 500 años que fueron ganados los derechos que tenemos ahora. ¿A base de qué? A base de derramamiento de sangre. ¿Y quiénes derramaron la sangre? Fueron nuestros hermanos indígenas. Eso es entender un poquito la historia, para saber cómo se dieron las cosas, para que nosotros ahora podamos tener un poco de libertad, al menos las mujercitas. A dos mujeres les debemos, principalmente a Dolores Cacuango y a Tránsito Amaguaña, dos mujeres fuertes que lucharon arduamente. Ahora una mujer puede expresarse casi de la misma manera de un varón. Eso fue lucha. Todo esto también está reflejado en este mural.
RC: ¿Cree que el paro haya influenciado el NO, haya tenido algún efecto en la campaña?
VÑ: Para ganar el SI creo que si habían posibilidades antes. Pero ya viendo cómo sucedieron las cosas, la gente, aquí mismo recapacitó. Con este mural hemos hecho recapacitar a cuantas personas. Yo diría que el barrio de Cuendina es la cabeza principal dela parroquia de Amaguaña, porque nosotros tenemos más habitantes que Amaguaña entero. Aquí vivimos 7.000 habitantes, por ende nos hace el barrio con más gente de Amaguaña, y el NO ganó aquí rotundamente. Entonces quiere decir que la huelga, lo que nos pasó abajo, la violencia de los bombardeos y este mural, influenció bastante para que recapacite la gente y vote por el NO.
Este mural representa mil palabras en imágenes, en donde todo ciudadano puede ver, recapacitar, pensar y reaccionar.