Richard Intriago: la lucha del campo y la ciudad es una sola

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Miércoles 21 de Julio de 2021

Tuve la oportunidad de conversar con Richard Intriago, Dirigente del Movimiento Nacional Campesino FECAOL y cofundador del Partido del Pueblo, sobre la situación del campo,el Paro Agropecuario del pasado lunes 12 de julio y los siguientes cuatro años de profundización neoliberal.

FK: ¿Cuál es la situación actual del campo y qué llevó a declarar el paro agropecuario el pasado lunes?

RI: El campo tiene muchos problemas: tenemos problemas en educación, en comunicación, en la vialidad, en todo. Entonces, el campo está en una crisis permanente desde hace mucho tiempo. Esta crisis no ha sido enfrentada realmente por ningún gobierno, a pesar de que el campo, el sector agropecuario, ha demostrado ser una fortaleza en momentos críticos, como en la pandemia, como en los terremotos. Nosotros estamos al frente siempre en el tema de alimentos, no dejamos de trabajar. Estamos en dos frentes: el tema alimentario y el tema económico. Por que también el campo, el sector agropecuario, es la principal fuente de riqueza del país. Una cosa importante, que yo siempre digo, es que pasamos de ser héroes en el 2020 a ser criminalizados por defender los derechos naturales del sector agropecuario, que es el justo pago de los precios de nuestros productos, nada más.

No se está pidiendo nada ilógico, nada gigantesco: solamente el pago justo que el esfuerzo del trabajo amerita en el sector agropecuario. Entonces, este es el problema que se viene arrastrando y hay que resolverlo ya, pero el gobierno dice “estamos menos de 50 días”. Sí, claro, pero cuando ellos asumen la responsabilidad de ser gobierno, asumen tareas a largo plazo y también tareas urgentes. En el caso del sector agropecuario, tenemos el problema de la comercialización principalmente de arroz, pero también de otros productos, que es realmente urgente. Y necesitamos que el Gobierno Nacional lo resuelva de una manera urgente.

FK: ¿Han llegado a algún acuerdo con el gobierno, en el marco de las conversaciones que han mantenido en los últimos días?

RI: Sí, hay un acuerdo previo que está caminando, que se enmarca en todas las instancias y problemas que amerita el tema de la comercialización agropecuaria, puntualmente de arroz y caña de azúcar. Respecto a este tema, pueden hacerse controles exhaustivos para que esto no ocurra. La comercialización no se pone en las manos del gobierno, está en las manos de los intermediarios, de los mayoristas, los privados. En este sector privado, algunos son empresarios y otros delincuentes, atracadores de los pequeños agropecuarios. Estos pagan a la mitad del precio, especulan con los precios del producto, ingresan alimentos del exterior por contrabando, para justamente especular con los precios. Han venido atracando al sector agropecuario de forma permanente, que ya de por sí tiene los precios caídos todo el tiempo.

Todas esas medidas que hay que tomar se hablaron con el Gobierno Nacional. Movilizar los militares a la frontera para salvaguardar la soberanía alimentaria nacional, reformar los Acuerdos Ministeriales para poner precios de sustentación adecuados para los productos, crear equipos entre el Gobierno Nacional y las organizaciones agropecuarias para poder supervisar las industrias que cometen estos actos de corrupción, estos actos ilícitos, tanto en la industria arrocera como azucarera, entre otras cosas. Lo importante es que se salvaguarde bajo toda instancia, el precio, además de que fue la palabra del presidente Lasso en campaña electoral, que su gobierno fijaría el precio del arroz a 35 USD la saca. Que esa palabra se mantenga.

Por último, lo importante aquí es que el país tiene que recuperar valores. Y un valor importante para el sector agropecuario es la palabra. La palabra en el campo se respeta. Nosotros en el campo vendemos casas, carros, vacas, tractores, solamente dando la mano y la palabra, sin entregar papeles. No es posible que la palabra se falte y que el Presidente de la República falte a su propia palabra. Ahora, el gobierno bajó a darnos otra de sus palabras, diciendo que esto se sostiene, que ellos van a poner a 35 USD el precio de la saca y van a salvaguardar. Nosotros volvimos a tomarles la palabra y creemos que se va a respetar, o de otra forma, nosotros la haremos respetar también.

FK: ¿Existe un plazo para hacer respetar lo acordado?

RI: Tenemos 8 días. Ayer (miércoles 14.07.2021) empezaron las mesas de trabajo y en 8 días el Comité Nacional del Paro que hemos creado, va a hacer una evaluación conjunta de lo que ha ocurrido. Y lo que ha ocurrido realmente en 8 días no creo que se resuelva. Entonces, en 8 días lo que vamos a valorar, es la posición política, la actitud que tiene el gobierno realmente para solucionar el problema, su voluntad política. Si vemos que esas reuniones son infructuosas, que no contestan los teléfonos, que nos cargan dando vueltas, que nos están haciendo perder el tiempo, entonces inmediatamente tomaremos las decisiones pertinentes para salvaguardar la alimentación del país, que al final de cuentas, eso es lo que hacemos.

FK: ¿En este sentido, cómo evalúan las amenazas que emitió el gobierno cuando decidieron declararse en paro? ¿Cómo lo ven en términos políticos?

RI: Creo que fue un exabrupto de un personaje público, porque fue el primer paro que siente y fue un paro corto, nada más. No convocamos a otras organizaciones, no quisimos hacer grande esto, porque no quisimos desestabilizar al Gobierno Nacional, nuestro interés es realmente ser escuchados. Así que fue una muestra de que hay que estar siempre dialogando para evitar estos inconvenientes, y al amenazarme, esto fue una mala reacción. La violencia genera mas violencia, y esas palabras fueron violentas: "les espera un tiempo indefinido en la cárcel". Eso con nosotros no va, es una manera violenta. Más bien, tiene que saber que, la gente que hemos estado por ahí, protegiendo derechos y estos sectores, estamos dispuestos a dar la vida e ir hasta las últimas consecuencias por lo que hacemos. Así que con amenazas no va a solucionar nada, más bien solo empeora las cosas.

FK: ¿Cómo se miran desde el campo los siguientes cuatro años de neoliberalismo con Guillermo Lasso, sabiendo que una de sus prioridades es concretar un TLC con EE.UU.?

RI: Para nosotros en el sector agropecuario, nunca hemos tenido descanso. Antes, en un gobierno llamado progresista, se firmó un Acuerdo Comercial con la Unión Europea, metieron los transgénicos de las multinacionales más poderosas del mundo al país, que fue una agenda de las propias multinacionales. Además, se entregaron 50 millones USD para químicos y pesticidas. Creo que este gobierno lo único que va a hacer es seguir la agenda neoliberal del sector agropecuario, que ha venido funcionando desde hace 30, 40 años en el país.

El sector agropecuario nunca ha tenido transformaciones profundas, como una reforma agraria, como cambiar realmente a un modelo de agricultura sostenible, autónomo, libre de químicos y pesticidas, que los pequeños y medianos campesinos puedan tener un espacio real en el mercado. Todo eso nunca ha existido.

Nosotros hemos luchado en este sector ya muchos años. Este gobierno lo que va a hacer, es profundizar los problemas de los pequeños agropecuarios. En la reunión que mantuvimos, le hemos dicho al Gobierno Nacional que vamos a confiar en sus palabras. Las palabras del gobierno han sido: que van a respetar los precios de los pequeños agricultores, que va a hacer una agenda con nosotros, entre otras cosas. Eso se sabrá a lo largo del camino, y nosotros tendremos que reaccionar en la medida en que favorezca o desfavorezca al sector agropecuario.

FK: ¿Cómo ves el camino del Partido del Pueblo, un organismo político institucional que se acaba de crear?

RI: Surgió la necesidad, viendo todo lo que nos está pasando, no solo en el sector agropecuario. Están educadores populares, trabajadores autónomos, trabajadores del transporte, pueblos afros, estamos hablando de un conglomerado gigante que se unió con la pandemia, y ahora ya tiene una fuerza bastante significativa. Esta fuerza viene de las organizaciones sociales, no estamos hablando de fuerza electoral, todavía no medimos fuerza ahí. Pero fuerza de las organizaciones sociales: nos consideramos la mayor unidad de organizaciones sociales del Ecuador y creemos que el Partido del Pueblo nace con bases solidas en las 24 provincias del país. Ojalá el pueblo, las organizaciones sociales, ahora sí tengan y utilicen una herramienta en la cual puedan participar y puedan hacer lo que realmente hemos soñado como sociedad. Nunca antes hemos tenido las puertas abiertas tan fácilmente para decidir, tomar decisiones, poner candidatos. Ojalá esta herramienta se legalice y el pueblo tenga una herramienta real de toma de decisiones horizontal, inclusión de las mujeres y relevo generacional. Ojalá que todo lo que venimos soñando como sociedad se pueda plasmar en esta herramienta política.

FK: ¿Crees que se pueda plantear una reforma agraria en el Ecuador?

RI: Es necesaria una reforma agraria en el Ecuador, pero no como las de antes. Una reforma agraria que realmente pueda darle una vida digna a los agricultores. Hay muchas familias en las ciudades que tienen que regresar al campo, la juventud tiene que quedarse trabajando en el campo, pero dentro de un proceso productivo que realmente sea rentable y permita vivir con dignidad. Creo que la soberanía alimentaria es un concepto claro, que habla de todo esto y que la soberanía alimentaria prioriza primero la comida del Ecuador y luego la exportación. Que los alimentos de aquí no pueden faltar en la comida de los ecuatorianos, pero además tienen que ser baratos y de calidad. Hay todo un trabajo que hacer que nace del sector rural, que es un sueño, parece una utopía, pero que solo caminar hacia la utopía, ya es importante.

FK: ¿Cuál sería el mensaje que quieres enviar a lxs lectorxs?

RI: Quisiera finalizar dando un mensaje a la ciudadanía. El país debe entender que cuando el sector campesino se moviliza, lo hace solamente cuando ya ha agotado todas las formas de diálogo que existen, cuando creemos que ya no hay otro camino. La movilización y la paralización realmente son nuestra última alternativa.

Tenemos que entender que nuestras luchas son las luchas del pueblo ecuatoriano. Nosotros luchamos por los alimentos, por quedarnos en el campo trabajando, luchamos porque se abastezcan las ciudades de comida. Si nosotros dejamos de trabajar, la ciudad deja de comer. Si la lucha es conjunta, si el campo y la ciudad se unen, si tenemos una relación fuerte entre el campo y la ciudad, el futuro es otro. Podemos pensar en otro futuro, hablando desde el interés que tenemos en que nuestros hijos, nuestras futuras generaciones, puedan tener este país todavía rico y que puedan vivir en armonía y tranquilidad y no en guerras por el agua ni por la comida. Tener un país que realmente responda a las necesidades más básicas del ser humano, y que ningún niño se acueste sin comer por las noches. Eso es lo que nos mueve y creo que el país debe saberlo.