Paro Internacional de Mujeres: Una ofensiva contra la derecha

 Pese a la ausencia de un movimiento dinámico de mujeres por décadas, existe finalmente el potencial de crear una nueva lucha significativa en Alemania que está inspirada por los paros internacionales de las mujeres.
Jueves 14 de Marzo de 2019

El 8 de marzo 2019 sin duda fue un histórico Día Internacional de la Mujer. Desde Chile y Brasil a Argelia y Turquía las mujeres se organizaron en millones contra el sexismo y los gobiernos represivos. La dimensión de las protestas y paros muestra una nueva cualidad del movimiento internacional de mujeres, que se está estableciendo cada vez más como vanguardia en la lucha contra la derecha. Para entender este fenómeno hay que pasar revista a la crisis económica de 2008, así como a los sucesivos programas de austeridad que significaron un golpe fuerte para la clase trabajadora mundial. Los recortes en la salud pública y la educación impactaron sobre todo a las mujeres que, a causa de la división sexual e internacional del trabajo, son condenadas a hacer el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. A partir del retiro del estado del bienestar, las mujeres han tenido que trabajar más para mitigar las consecuencias de los ajustes.

A partir de la crisis económica, los partidos socialdemócratas no supieron presentar soluciones para los sectores más precarizados y contra las ofensas neoliberales y así dieron paso a gobiernos derechistas como de Piñera en Chile, Macri en Argentina, Bolsonaro en Brasil, Trump en Estados Unidos o Rajoy en el Estado Español. Todos los presidentes se destacaron por sus declaraciones misóginas, sus posiciones anti-feministas y sus ataques contra la“ideología de género“. No sorprende entonces que ante esta alianza brutal de capitalismo y patriarcado, las mujeres juntas con las personas LGBT empezaran a manifestarse contra la violencia machista y los gobiernos reaccionarios. Después de los paros en octubre 2016 en Polonia contra la criminalización del aborto y en Argentina contra los feminicidios, diferentes grupos de mujeres y feministas en 50 países llamaron a la primera huelga el Día Internacional de la Mujer en 2017.

En este contexto el uso del paro representa una forma radical, una nueva etapa del movimiento internacional de las mujeres. Además, el uso del paro como método de la clase obrera, demuestra una clara posición anticapitalista y el intento de unir la lucha feminista con la lucha de clase. Los mayores desafíos para los futuros paros internacionales consisten, al igual que antes, en presionar a los sindicatos para que llamen a las huelgas y movilicen los trabajadores organizados. En 2019 en el Estado Español, las direcciones de los sindicatos grandes CCOO y UGT llamaron a la huelga por algunas horas y los sindicatos más combativos convocaron una huelga general de 24 horas. En Argentina las organizaciones sindicales ya fueron criticadas públicamente por no apoyar al paro el 8 de marzo. El texto que se leyó en Plaza de Mayo, Buenos Aires, en el cierre de la multitudinaria marcha, decía: “Denunciamos a las direcciones de las centrales sindicales -CGT y CTAs- por darle la espalda nuestro movimiento al no llamar al paro por el 8M y exigimos una vez más un paro general efectivo por nuestras reivindicaciones”.  El paro general junto con los hombres es digno de esfuerzo y una perspectiva estratégica de gran importancia para poner peso en las demandas de la nueva internacional de las mujeres.

También en Alemania las mujeres y feministas exigieron de las direcciones sindicales, una convocación para la huelga el 8 de marzo, pero el apoyo fue sólo de manera retórica. No obstante, las movilizaciones fueron las más grandes de los últimos años. En Berlín asistieron 20 mil personas en la marcha principal. Desde los años 90 no había una manifestación de este tamaño en la capital por el Día Internacional de la Mujer. Gracias a los fisioterapeutas huelguistas del Hospital Estatal Charité y otros trabajadores que se unieron a la marcha, se inició instalar las conexiones entre las luchas feministas y de las mujeres con las luchas laborales.

No es casualidad que las protestas en un país imperialista como Alemania surjan con cierto retraso. Por años fue posible defender la mentira de la igualdad de género remitiendo de manera racista a los países menos desarrollados con su violencia machista. Pero no se puede negar más la situación precaria de las mujeres obreras en Alemania y la violencia que sufren. Cada tres días, hay un feminicidio cometido por un pareja o ex pareja de la víctima. Además, en Alemania está el mayor sector de salarios bajos de Europa y la mayoría de trabajadoras en este sector precario son mujeres. Pese a la ausencia de un movimiento dinámico de mujeres por décadas, existe finalmente el potencial de crear una nueva lucha significativa en Alemania que está inspirada por los paros internacionales de las mujeres. Aunque hay que establecer aún programas políticos concretos y liderazgos revolucionarios, para su organización y movilización inmensa, así como la inclusión de distintos sectores laborales, el movimiento internacional de las mujeres este 8 de marzo 2019 logró hacer historia.

 

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