1492 y el naufragio en la modernidad

Protestas de pueblos y nacionalidades
Jueves 11 de Octubre de 2018

“Me atrevería a decir que nos perdemos mediante el progreso”

Walter Benjamin

Aquella fecha hace más de quinientos años fue sin duda uno de los hechos que modificó el transcurso de la historia, un hecho de repercusiones “universales”. Desde entonces, diferentes voces se han alzado con la intención de interpretar semejante acontecimiento. En ese entonces unos reclamaban por los derechos de los pueblos indígenas, otros demandaban su aniquilamiento, pero kaypimi kanchik (aquí estamos). La conquista de América fue fundamental para la concreción del capitalismo y la constitución de la modernidad.

La modernidad tiene entre sus pilares al capitalismo y la Ilustración. La llegada de los españoles, según Antonio Cornejo-Polar, es el “punto cero” de una heterogeneidad, se podría decir que desde entonces vivimos una contradicción permanente entre dos culturas.  Esta contradicción nos pone a pensar que ni el capitalismo ha terminado de cuajar, ni nuestra concepción ritualista/sagrada (que mantenemos tanto indígenas como mestizos) del mundo, ha sido del todo desplazada por la razón occidental. Habría que preguntarse por qué, o si somos modernos o no, tal vez existe un “estilo andino” de la modernidad.

Los pueblos originarios generaron diferentes mecanismos para hacer frente a la conquista, la colonia y la modernidad. Una evidencia muy clara es la reproducción continua de alguno rituales. Nuestros conocimientos y cultura se archivaron en ellos.

La contradicción inaugurada en la “conquista” supone una constante negociación material y simbólica de parte de los pueblos originarios. Los indígenas no estamos al margen de la modernidad, hay realidades muy heterogéneas, que no nos permitirían afirmar que todos los pueblos indígenas están en contra o fuera de ella. Lo que habría preguntarse es “cómo nos insertamos en la modernidad” y cómo mantenemos nuestras prácticas culturales en ella.

La conquista, es decir el comienzo de este naufragio supuso un huracán que a su paso fue destruyendo todo. Walter Benjamin, uno de los más certeros críticos de la modernidad, la describe justamente una especie de huracán y torbellino que se lo lleva todo, y a su paso queda un rastro del pasado.  El progreso es perderse señala Benjamin. La ruptura que supone el progreso con el mundo antiguo, es una especie de naufragio, y quienes sobrevivieron al paso de este huracán, deben recomponerse para salir a flote.

El paso de este huracán, ha supuesto para los pueblos originarios el irnos recomponiendo, recolectando pedazo a pedazo lo que fuimos antes de este acontecimiento, y entre esos restos, mezclarnos con otros que provenían de puertos distintos.  Los pueblos indígenas debemos preocuparnos por nuestro pasado, e ir descubriendo lo que se ha mantenido escondido, pero a la vez es fundamental preguntarnos cómo transformamos la modernidad. Partiendo desde nuestra raíz, debemos pensar cuál es nuestra propuesta, sin encerrarnos.

Un paso fundamental para las organizaciones tanto indígenas como las que no, es realizar una lectura y crítica de la modernidad, más allá de la retórica decolonial. Considero que partir de las concepciones sobre el tiempo que tienen los pueblos originarios de América, y que se opone a la concepción occidental.  

La crítica debe considerar un cuestionamiento hacia adentro. Si observamos los discursos alrededor de las demandas que se han generado por los pueblos indígenas, siguen siendo las mismas. Si bien muchas de esas demandas no han sido satisfechas, es necesario leer nuestra realidad y evidenciar nuevas problemáticas, plantear soluciones e intervenir.

Las organizaciones indígenas han plateado severos cuestionamientos a temas como territorios, saberes y educación intercultural entre otros. Pero hay otros que ni siquiera los han nombrado, y que, por lo tanto, no se evidencian o visibilizan. Por ejemplo, el 50% de los niñas y niñas con desnutrición son indígenas (MIES, 2016), ¿qué se ha dicho o propuesto desde las organizaciones para enfrentar este problema? En las comunidades indígenas el problema de la violencia de género, embarazo adolescente es un problema grave, pero desde las organizaciones indígenas, ¿qué se ha planteado?

Para salir de este naufragio que ha provocado la modernidad, sin duda, debemos ir recogiendo nuestros pedazos que quedaron después de 1492, para asegurar nuestra ruta, desde el pasado y también con lo útil y necesario que podamos encontrar en el camino. Para criticar a la modernidad es necesario hacerlo lejos de romanticismos e idealizaciones sobre lo indígena y sin negar los aportes de conocimientos que provienen de otras coordenadas.

 

Bibliografía.

Benjamin, Walter. 2016. Obras. Vol. I. Madrid: Abada.

Millones, Luis. 1990. El retorno de las huacas; Estudios y documentos sobre el Taki Onqoy. Lima: Instituo de Estudios Peruanos.

Cornejo-Polar, Antonio. 2003. Escribir en el aire; ensayo sobre la heterogeneidad sociocultural en las literaturas andinas. 2a edicion . Lima: latinoamericana editores.

Eliade, Mircea. 1998. Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Paidós.

Mision Ternura.2016. MIES.

 

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