El Gobierno de pocxs

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Lunes 30 de Marzo de 2020

El pasado domingo 29 de marzo, en una nueva cadena nacional, el vicepresidente Otto Sonnenholzner se dirigió a la población para alertar de supuestos “intentos de desestabilización” y politización de la emergencia sanitaria por “un grupo político”. También -en un tono aleccionador- llamó a creer en los esfuerzos que el Gobierno está llevando a cabo para enfrentar la amenaza del coronavirus.

El aparataje comunicacional del Gobierno no para de bombardearnos para hacernos creer que “todo marcha bien”, que “su trabajo da frutos”, y que criticar sus desaciertos políticos y económicos no está permitido. Abre así la incertidumbre de un nuevo proceso de persecución política para la voces críticas de la deriva tardía y neoliberal de las acciones emprendidas para paliar la crisis que vivimos, y que como siempre, descansa sobre los hombros de lxs más precarizadxs entre la clase trabajadora.

Preferir pagar la deuda en las actuales circunstancias, tranzar “de mutuo acuerdo” el régimen laboral, como si lxs trabajadorxs tuviesen margen alguno de negociación con lxs patronxs, escandalozos casos de sobreprecios, venta de oro en condiciones completamente desfavorables para obtener moneda que no emitimos, son hechos concretos que evidencian de forma clara y objetiva las estrategias implementadas para paliar la emergencia sanitaria.

Es cierto que ningún Estado se encontraba preparado para enfrentar la pandemia, pero es aún más cierto, que las políticas ejecutadas hasta ahora en nuestro país, han contribuido aún más a debilitar al agente -que en teoría- debería velar por la vida de nuestra sociedad. Recortar presupuesto y despedir trabajadorxs salubristas no solo debilita al sector salud, sino que da cuenta de la política social de un Estado que prefiere armar hasta los dientes a las fuerzas represivas que invertir en salud y educación.

Sonnenholzner se equivoca cuando llama a dejar de lado estos detalles; la unidad nacional no es posible sobre supuestos neoliberales. Las desigualdades agudizadas, los principales focos de infección, como Guayaquil -cuna del “modelo exitoso”-, la “desaparición” del Estado que invierte en los secotres sociales, nos ponen en orillas antagónicas. No obstante, es muy poco probable su salida en este momento, sin embargo, este “peor es nada” que es el Gobierno que tenemos, a su debido momento deberá rendir cuentas. El pueblo en estos momentos está tomando nota de lxs responsables.


Las amenazas vía cadena nacional, la desesperación por imponer un sentido común de que “se está haciendo todo lo posible” para enfrentar la pandemia, no son suficientes para cambiar la desconfianza que han depositado en la población, misma que en las actuales circunstancia aumenta exponencialmente. Lejos de ser el “Gobierno de todos”, este es el “Gobierno de pocxs”, lxs pocxs que se pueden salvar, lxs pocxs que no están dispuestxs a ceder sus ganancias, lxs pocxs que no van a socializar sus hospitales privados, lxs pocxs que no se sienten parte de este Ecuador.

 

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