Narrativas colectivas y las “otras” identidades

COMUNICACIÓN POPULAR

La estética de la comunicación tradicional hegemónica produce y reproduce un tipo de identidad homogénea, ideal, estática y monolítica. La masificación de la comunicación, al responder a la trama de significaciones (Geertz, 2005) instituidas e impuestas a favor de los intereses de las clases dominantes, invisibiliza aquellas narrativas colectivas que construyen “otras” identidades.  Omar Rincón (2013) analiza este tipo de interacciones como el proceso de exclusión de los “marginados” del banquete de la comunicación lo cual limita la posibilidad de “localizar la enunciación pública en los otros” (Rincón, 2013: 03) y, por ende, la realización de otros tipos de comunicación.

Las clases dominantes utilizan los medios masivos de comunicación como instrumentos de penetración ideológica (Nun, 1982) que crean las dinámicas e imaginarios a partir de los cuales se legitiman estructuras de desigualdad y mecanismos de dominación. Este hecho profundiza las contradicciones sociales tanto en la esfera de las condiciones materiales como en la disputa de entramados simbólicos. En ese sentido, la comunicación tradicional constituye un mecanismo que reconfigura las relaciones neoconoloniales de dependencia tanto interna como externa de los sectores populares hacia las clases dominantes.

La comunicación popular emerge como una alternativa a la perspectiva hegemónica predominante en América Latina, promueve la articulación entre expresiones comunicacionales, “experiencias culturales de lo popular, movimientos políticos y sociales” (Barbero, 1987) para fortalecer y consolidar procesos de empoderamiento colectivo que aporten a la disputa del “sentido común” a partir de la construcción de “otras identidades”. Los medios alternativos, la agitación y la propaganda, el medioactivismo, entre otras expresiones que se articulan a la comunicación popular aportan a que “los sujetos y las comunidades populares ganen visibilidad e intervengan en el cambio social” (Barbero, 1987: 08) reconociendo la heterogeneidad de identidades y, por ende, las posibles construcciones comunicacionales.

La constitución de narrativas colectivas y de identidades populares implica el reconocimiento de la comunicación como un ejercicio y acción políticas a partir de las cuales se recupera la memoria histórica, los movimientos sociales forman parte de la disputa simbólica y material en la arena política y, a su vez, luchan por cambiar el relato preponderante (Rincón, 2013). La comunicación, práctica políticamente activa, implica el reconocimiento de las contradicciones sociales de un contexto determinado con la finalidad de cuestionar las mismas y disputarlas.

A pesar de la relevancia de la comunicación popular en procesos de empoderamiento colectivo, la realidad evidencia la incapacidad de constituir alternativas concretas de este tipo de comunicación en Ecuador en el momento actual. La falta de articulación efectiva entre movimientos sociales y otras expresiones de la acción colectiva, la fragmentación y particularización de reivindicaciones diversas en luchas aisladas, son parte de los factores que han condicionado la construcción de alternativas comunicacionales desde lo popular en el país. Este hecho, se vincula además con un fuerte proceso de consolidación de las empresas privadas de comunicación y de una política pública que no trasciende las reformas en papel con la finalidad de garantizar aspectos como la regulación de los medios masivos de comunicación, la redistribución de las frecuencias, la democratización de los medios públicos y la participación de sectores populares en la construcción de la comunicación.

Las condiciones objetivas desfavorables para la construcción de experiencias comunicacionales desde lo popular en Ecuador tampoco han podido ser superadas a través de la producción y reproducción de herramientas, espacios y prácticas de comunicación alternativa desde la sociedad civil. Las esporádicas representaciones de comunicación alternativa – que no debe ser asumida per se como comunicación popular - responden a coyunturas determinadas y espontáneas por lo cual resulta complejo dar continuidad a este tipo de iniciativas y, aún más complicado, vincular a los sectores populares en la construcción de “la otra comunicación”.

La producción de nuevos y diversos relatos colectivos a partir de identidades plurales en Ecuador requiere de la reapropiación y empoderamiento de las herramientas comunicacionales por parte de las organizaciones populares así como de la articulación de reivindicaciones fragmentadas en el marco del capitalismo. La reconfiguración de las contradicciones tanto entre movimientos como aquellas de carácter intracategorial no radica en el desconocimiento o invisibilización de las mismas, sino en encontrar alternativas que permitan articular a actores heterogéneos en luchas comunes. Este proceso de convergencia requiere de la construcción de prácticas que propicien el diálogo de saberes y la diversificación de las formas de lucha a partir de la interacción de narrativas colectivas que aporten a la construcción de identidades plurales desde lo popular.

 

Bibliografía.

Geertz, Clifford (2005). “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”.  En La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa. Pp. 19-40.

Martín-Barbero, Jesús (1987). De los medios a las mediaciones: Comunicación, cultura y hegemonía. México: Ediciones G. Gili, S.A. de C.V.

Nun, José (1982). "El otro reduccionismo". En América Latina: ideología y cultura. Costa Rica: Flacso - Sede Costa Rica.

Rincón, Omar (2013). “Las narrativas colabor-activistas: las identidades otras como innovación mediática”. En Revista Dixit, No. 19

 

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