Severinx Nulovsky para la alcaldía de Quito
El próximo 5 de febrero de 2023 se desarrollarán las elecciones seccionales en las que se designarán a 23 prefecturas, 23 vice prefecturas, 221 alcaldías, concejalías urbanas y rurales, y vocales principales de las juntas parroquiales; según dice la sabia Wikipedia. Por ende, lxs candidatxs para los distintos cargos han comenzado sus procesos de campaña y, en los medios de comunicación hegemónicos, se han hecho presentes las buenas nuevas. Así el aparataje de la partidocracia pone a andar sus corroídos engranajes y, se puede vaticinar, que los próximos meses las redes sociales, periódicos y noticieros televisivos se inundarán de información alrededor del tema: “El candidato tal ha descubierto que el fulanito del partido del zutanito ha falsificado las firmas para ni sé que convenio con Odebrecht”.
En ese sentido ¿hay algún hecho novedoso en la palestra política ecuatoriana para estos próximos comicios? Lamentablemente la respuesta es no. Una vez más alianzas advenedizas y muy interesadas saltan a la luz. Pero es pertinente desarrollar un análisis para entender este vilipendiado devenir de la política ecuatoriana, al menos en uno de sus aspectos. También la intención de este ensayo es posicionar a Severinx Nulovsky como candidato del comunismo quiteño.
El desarrollar un análisis de todo el sistema de partidos a nivel nacional sería aventurado y poco lógico para un ensayo sátiro-periodístico, por lo que se analizarán -únicamente- los candidatos de los dos partidos políticos que, al menos en su nombre, guardan relación con el pensamiento de izquierda; además de la derecha se habla hasta en la sopa. Específicamente se revisarán los casos de Pedro José Freile, elegido candidato del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) en la coyuntura de la alianza realizada. Por otro lado, se examinará la candidatura de Inty Grønnenberg por el partido Izquierda Democrática (ID). ¿Qué tiene en común estos dos candidatos? Pueden ser considerados outsiders políticos y, por ende, sangre nueva para la carroña. También, y no sin menor importancia, se tratará la candidatura de Severinx Nulovsky, quien es el fiel representante de la lucha popular y las divergencias de todo tipo en el Ecuador. Estx candidatx de madre soviética y padre ambateño tiene otras lógicas para participar en las elecciones, ya que entra a la pugna de todas las dignidades políticas del país, sin la necesidad de recolección de firmas.
Sin embargo, empecemos por el comienzo. El candidato a la alcaldía Pedro José Freile, por el PSE, es uno de estos dos outsiders que apareció dentro de la partidocracia en las pasadas elecciones presidenciales de 2021, donde se eligió a Guillermo Lasso Mendoza. Freile y Hervas, el otro outsider, fueron los dos candidatos que sorprendieron por ser nuevos en las elecciones y tener una cantidad de votos considerables.
El candidato Freile ha mencionado para el diario La Hora: “Mi objetivo no es definirme políticamente”. Su postura ideológica es, supuestamente, ecléctica o no definida. Es decir que no tiene un perfil ideológico claro, no obstante, se reconoce como un liberal “en términos modernos” y republicano, dice en el reportaje. Sus banderas de lucha política han sido, por ejemplo, firmar la “Carta de Madrid” con los representantes del partido de ultraderecha española VOX. Ante esto es pertinente el siguiente refrán: al buen entendedor, pocas palabras. En efecto, es una cuestión de simple lógica concluir la procedencia ideológica del candidato del Partido Socialista Ecuatoriano: es un neoliberal confeso. Lo que no queda claro y no es nada lógico es que esta persona, con este pasado tenebroso, sea el candidato de este partido. Parecería que, de socialista, a este partido, solo le queda su logo. No se entiende y no se puede explicar desde ninguna perspectiva que esta alianza sea plausible. ¿Qué tipo de coalición puede justificar que un partido socialista de “izquierda revolucionaria” -según su autodefinición- se vincule a un personaje claramente neoliberal?
El generar procesos de diálogo es necesario para entender las voluntades y racionalidades de las diferentes facciones ideológicas que existen en el Estado. Pero promulgar y defender un proyecto político en conjunto entre socialistas y neoliberales es una cuestión que hace evidente un hecho: han perdido todo tipo de horizonte. Parecería ser que ahora sí tiene lógica y mucho sentido el título del libro “Ecuador: patria de todos” de uno de los fundadores del PSE, Enrique Ayala Mora.
Pasando de coles a nabos, el partido Izquierda Democrática ha lanzado a Inty Grønnenberg como candidato para la alcaldía de Quito. Tampoco se tiene claro qué quiere decir el término “izquierda” dentro del contexto de este partido político. Parecería que, desde su difusa concepción de este posicionamiento ideológico, nuevamente, apuestan por otro outsider. Al parecer en dicho partido tienen ansias de mostrar a gente nueva y así resurgir de la oscura desidia. Coloquialmente la gente diría: patadas de ahogado.
En el artículo de La República titulado Inty Grønnenberg será candidato a la Alcaldía de Quito por la ID, se menciona que se había pensado inicialmente en Grønnenberg para la candidatura de las elecciones para presidente pasadas. Sin embargo, el ahora candidato a la alcaldía declinó al ofrecimiento, para luego mantener ciertos acercamientos con Andrés Arauz de UNES. Ahora la Izquierda Democrática apuesta por un joven científico como un cuadro para ser el candidato perfecto para la alcaldía; sin embargo, habrá que esperar a los resultados para entender si la acogida que tuvo Xavier Hervas, la logra también Grønnenberg. ¿Será que Grønnenberg logrará sorprender al Ecuador o será uno más de las figuras que han pasado por la palestra política ecuatoriana?
Finalmente, pero no menos importante, Severinx Nulosvky estará nuevamente presente en las contiendas electorales. Hay que mencionar que Nulovsky ha estado dentro del sistema desde mucho tiempo atrás, sin embargo, por la ceguera política de las personas siempre queda en los últimos puestos. Ahora para la coyuntura electoral que se vivirá el próximo 2023, Nulovsky será fiel representantx de todo tipo de divergencia que comulgue con el marxismo. El candidato ha declarado que su participación se basará en cuatro ejes fundamentales: el comunismo, el feminismo, el anticolonialismo y el anti-especismo. La propuesta de Nulovsky es un proyecto a largo plazo. Nulovsky no ha negado su origen comunista y reconoce que la transformación de la capital debe darse sobre la base de la organización popular anticapitalista.
Ahora es relevante mencionar que hay una particularidad con la votación de Nulovsky, y es que las manos oscuras del poder no han dejado que aparezca su foto en la papeleta. Sin embargo eso no imposibilita votar por su proyecto. Lo que se tiene que hacer para elegir a Nulovsky es fácil: 1) dibujar una cara feliz en la papeleta; 2) escribir el hashtag #yovotopornulovsky en las redes sociales; y 3) firmar en cualquier parte de la papeleta bajo el nombre de “el fantasma del comunismo”. El interés es evitar el eterno retorno de la política recalcitrante del Ecuador, y terminar -con el voto por Nulovsky- con aquella lógica absurda, burda y conservadora de elegir al menos malo.
¡Un voto por Nulovsky, es un voto por un rojo devenir!