Cuatro miradas de una misma lucha (I)

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Lunes 8 de Julio de 2019

Esta es una lucha de 4 partes, de 4 patas, de 4 miradas, de 4 ojos (que  se multiplican por cientos y miles). Son 4 porque intenta recoger el sentir-actuar-pensar de Río Blanco, San Pedro de Yumate, Molleturo y Guapondelig (Cuenca) como territorios de lucha y disputa política entre el capitalismo extractivista minero y el movimiento social campesino, indígena y urbano anticapitalista y anti-minero, que defiende el agua y el páramo como una forma de existencia y reproducción de la vida.

Río Blanco Comunidad Guardiana del Agua

El 12 de agosto del 2017 estalla la frustración y digna rabia por el engaño, indiferencia, manipulación e indignación de la comunidad de Río Blanco. Un grupo de ex-trabajadores de la empresa minera china Ecuagoldmining South America del Grupo Junefield y las que le antecedieron como la canadiense International Minerals Corporation IMC, conjuntamente con comuneras y comuneros que siempre se mantuvieron al margen de la minería, se toman la vía de acceso al campamento minero. Esto a 3800 metros de altura aproximadamente y sin ninguna cámara de prensa o lente curioso que logre captar el momento exacto del levantamiento de un pueblo que venció al miedo y ejerció el derecho a la RESISTENCIA. Esta medida duró aproximadamente medio año, en el camino recibieron el apoyo solidario de varias personas y organizaciones ecologistas, unos/as/unoes solidarizándose con su lucha, otros/otras/otroas juntándose a luchar mano a mano contra el capital.

Aquí pasaron muchas cosas durante este periodo, los guardias de la mina una de las noches de vigilia arremetieron con violencia contra los comuneros, varios de ellos pensaron que esa iba a ser su última noche con vida. Jóvenes y mujeres de la comunidad fueron maltratados por policías y guardias privados, detenidos ilegalmente, violentados y amenazados con armas de fuego, gases, toletes, machetes, pistolas eléctricas y de muchas otras formas, incluyendo la amenaza de violar a las niñas, adolescentes, adultas y ancianas de la comunidad.

Un momento grotesco fue cuando un guardia (sicario) se hizo mierda, literalmente se cagó dentro de uno de los tubos que son la muestra de las más de 440 perforaciones de exploración minera en el campamento de Río Blanco y de cómo el agüita subterránea sigue desde las entrañas de la tierra demandando libertad. “Aquí está tu agua, mira como me cago en ella”. Posterior a ello procedió a defecarse al interior del tubo.También vamos a decir y porque ocultar que un par de esos guardias-policías-sicarios recibieron su merecido, unas buenas tundas se ganaron por cobardes y asesinos.

La laguna de Cruz Loma

En Río Blanco uno aprende a escuchar a las lagunas, a hablar con ellas, a pelear en su nombre y enamorarse de su magia. Las lagunas y la comunidad mantienen una relación emocional y espiritual profunda y también material, de su existencia depende el trabajo agrícola y de pequeña ganadería en la zona. Una de las cosas más indignantes que ha cometido la empresa tal como lo señala el Comandante Altaír (le llamamos comandante por su grado de compromiso y militancia en la defensa de la Madre Tierra), es que de niño en la laguna de Cruz Loma ellos jugaban, se bañaban, que en el verano esas aguas eran calientitas, buenas para la pesca, que directamente traían agua pura para sus chakras y que algo que le duele mucho es que su pequeño jamás conozca esas lindas aguas.

Por eso uno de nuestros sueños de lucha y objetivos para medir nuestro avance en espiral, es volver a sembrar la laguna de Cruz Loma, para nosotrxs la minera China no sólo debe irse, sino que debe pagar una indemnización millonaria por todo el daño social, ambiental, emocional y económico que ha causado en la zona. Contrario a las estúpidas preguntas del presidente Lenín Moreno, que en su informe a la nación (¿Cuál Nación?) dice: ¿Quiénes y cómo van a pagar las indemnizaciones a las empresas mineras si se van del Ecuador? Pura patraña de terrorismo económico al servicio del capital transnacional.

La importancia de Río Blanco

Río Blanco es uno de los 5 proyectos mineros que el gobierno de Rafael Correa (tipo al que no le podemos ni ver en el Macizo del Cajas) decretó como estratégicos, es decir como puerta de entrada para el festín minero, para la hemorragia minera y la nueva ola de neo-colonización en la Cordillera de los Andes, donde aún existen latidos de territorios libres de capitalismo por su propia naturaleza y lejanía con las ciudades.  Los proyectos estratégicos del correísmo y del continuismo con Moreno son: Fruta del Norte, Mirador, San Carlos Panantza, Kimsakocha (Loma Larga) y Río Blanco. En realidad para el capital todo proyecto de acumulación es estratégico, el gobierno lo que pretendía por medio de estos proyectos es mostrarse a las transnacionales mineras como un país capaz de recibir la minería legal a mediana y gran escala, que no solo es atractivo para los mineros ilegales sino que también puede funcionar para la minería organizada en instituciones formales. Con ello aprovechar el botín de la corrupción por concesiones y licencias, en parte se les está escapando de la centralización del poder-económico, con los territorios dominados por la minería ilegal donde opera abiertamente el sicariato, el narcotráfico, la corrupción, el lavado de activos y la trata de persona. En términos de destrucción, contaminación y despojo social y ambiental, la minería legal e ilegal son la misma mierda.

¿Qué es el páramo?

Para los que no conocen que es el páramo andino porque en realidad hay muy poco en el mundo (apenas se ubica en países como Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Colombia) y de estos países el 53% del páramo está en Ecuador; el páramo tiene la función ecológica de transformar las nubes y la lluvia en lagunas y ríos es decir redistribuye la riqueza hídrica del cielo en la tierra y cada una de las existencias que la habitan. El páramo sólo existe en las zonas altas de la Cordillera y tiene la capacidad de retener grandes cantidades de CO2 en el suelo, son unos auténticos colchones de agua y de su naturaleza nacen plantas endémicas con altas y diversas propiedades medicinales. El Ministerio de la Mentira, ay perdón del Ambiente, tiene prohibido a los campesinos comercializar plantas medicinales del páramo como por ejemplo la Chuquiragua, con la excusa de que es una población en riesgo, muy poco resiliente y demasiado frágil. Pero a las mineras y en especial si son chinas, fácilmente les otorga licencias de muerte o también llamadas “licencias ambientales para la extracción de recursos no renovables”.

¿Quién quiere vivir en los páramos? Probablemente por ahora muy poca gente, pero dentro de unos años cuando la crisis climática y el colapso ambiental, social, político y económico se agudicen, los páramos serán uno de los pocos paraísos de vida que queden de pie. Por eso los ricos del mundo ya tienen compradas miles de hectáreas de tierras en estas zonas de altísimos privilegios ecológicos y de vital importancia para el equilibrio ambiental del planeta. Esto nos invita a entender que esta lucha es por disputar políticamente un territorio de paz, libertad y justicia para los pobres y oprimidos del mundo.