El virus de la persecución política se reactiva

PERSE-COVID
Miércoles 1 de Abril de 2020

Días atrás el vicepresidente Otto Sonnenholzner alertaba sobre la existencia de “un grupo” que buscaba “desestabilizar al régimen” mediante una intrincada red de “fake news” - o noticias falsas -, localizada en el exterior, organizada y financiada por la Revolución Ciudadana, cuyo objetivo sería la “politización” de la emergencia sanitaria.

Sonnenholzner de esta forma anunciaba, con la torpeza que caracteriza al régimen, la reactivación de la persecución política en tiempos de coronavirus. Sin embargo, para ningún ecuatoriano es desconocido que la lentitud y falta de respuesta adecuada ante la pandemia se explica por los errores del régimen de Moreno. Es decir, el correísmo no necesita “politizar” una crisis que ha sido generada por la propia dinámica neoliberal del actual gobierno.

Recortes en el sistema de salud pública - presupuesto anual, despido de trabajadores salubristas, recorte internos rotativos, entre otros -, debilitamiento de la infraestructura de salud a nivel nacional, el pago de la deuda externa, los escándalos al interior del Ministerio de Salud Pública y el IESS no necesitan “fake news” ni “redes de desinformación” en el exterior para minar la poca credibilidad de un Gobierno que se dispara en el pie todos los días y que cuenta con un 96% de desaprobación. En cambio, lo que sí necesita, y que es lo único que explica el sostenimiento del Gobierno de Moreno, es su apoyo en las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, medios de comunicación públicos y privados, así como en la politización y uso instrumental de la justicia.

Es evidente que en su desesperación por desentenderse de la responsabilidad en la expansión del virus y la muerte de ecuatorianos - una cifra hasta ahora mantenida en secreto -, necesitan reactivar la persecución política bajo la dicotomía correísmo anti correísmo con el objetivo de crear un consenso social ante un “enemigo interno” fabricado. En esta nueva patraña buena parte del espectro crítico de izquierda será englobado entre las filas de la Revolución Ciudadana para justificar la persecución política; desenmarcarse, como ya sucedió tras octubre, tampoco brindará margen a nadie para escapar.

Tenemos claro por dónde van los tiros, se apoyarán en informes de inteligencia, nos alertan tweets a destiempo revelados gracias a la vanidad de funcionarios del Gobierno, investigaciones de “periodistas independientes”, mismos que hablan desde ya por “quienes irán”. No obstante, como toda crisis, es también una oportunidad para todos aquellos quienes durante el proceso de persecución de hace unos meses atrás - y que aún no ha terminado -, se escondieron y negaron su solidaridad sea por cobardía o cálculo político. El virus de la persecución política les brinda una oportunidad para redimirse.

 

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