El pueblo palestino en lucha por la liberación nacional

viva palestina libre
Lunes 30 de Octubre de 2023

Este 30 de octubre se cumplen 23 días del inicio del más reciente y brutal genocidio al pueblo palestino. Esta frontal limpieza étnica ha logrado desplazar a más de 1.4 millones de personas en menos de 3 semanas, convirtiendo sus hogares y ciudades en escombros, sin el más mínimo respeto por la vida ni de infantes, ni menores, menos aún de adultxs. Occidente encubre y facilita el primer gran genocidio del siglo XXI, tras más de 7 décadas de la más cruenta y asesina ocupación del sionismo en territorio palestino, con la excusa de la “pesada” carga del holocausto nazi, ocultando el negocio que representa la limpieza étnica y lo estratégico del Estado de Israel en Medio Oriente. Occidente a mando de Israel restauran al fascismo que pretendió dar por enterrado.

Ese fascismo que en las décadas entre 1920 y 1940 deshumanizaba a comunistas, diversidades sexo-genéricas y pueblos enteros como los eslavos, los sinti y roma y también los pueblos judíos; es el mismo fascismo que en su momento deshumanizó a los pueblos indígenas de toda América, Asia y África, constitutivo hasta la médula del sistema de explotación capitalista. Es el sentido fascista el que ha justificado limpiezas étnicas en América Latina, como en Ruanda y Uganda, en Indonesia como en el Congo, en Canadá, como en los países de Europa del Este que cayeron bajo la ocupación nazi. Ahora el Estado de Israel -en las palabras del Ministro de Defensa sionista Joaw Galant- deshumaniza bajo el discurso de “semi-animales” al pueblo palestino.

En 1920 la nación colonizadora por excelencia -la corona británica- toma posesión de Palestina bajo la orden de La Liga de las Naciones. El objetivo era la ejecución de la Declaración Balfour de 1917, la cual dicta el establecimiento de un Estado judío. Este es el inicio del genocidio sistemático en contra del pueblo palestino.

Con la corona llegaron también los primeros Yishuvs o colonos judíos a tierra ocupada de Palestina, así como la primera fracción paramilitar sionista: la Haganah (la defensa en hebreo). Conforme aumentaba la resistencia palestina a la ocupación británica y los asentamientos judíos, la Haganah se iba fortaleciendo y engrosando sus filas. Desde 1933 promovieron una ola de migración ilegal de fracciones sionistas del judaísmo provenientes de todo el mundo, conformando 50 nuevos asentamientos fuertemente armados, quienes recibieron armas de Estados Unidos, Europa y los Balcanes. El discurso teocrático se fue fortaleciendo durante el holocausto judío ejecutado por el nazismo, hasta convertirse en el sentido común del sionismo fundador del Estado de Israel.

Fue precisamente con la ejecución de la Nakba que se funda el Estado de Israel: el primer gran crimen de limpieza étnica de este Estado en nombre de Dios, con incursiones terroristas a poblados palestinos, la destrucción de casas y la imposición del apartheid en asentamientos colonos -prácticas que se sostienen hasta este momento-. El resultado de las tres etapas de la Nakba, ocurrida entre noviembre de 1947 y enero de 1949, fueron el asesinato de más de 15.000 palestinxs, el desplazamiento forzado de otros 800.000 y la ocupación del 78% de territorio palestino, un 25% más de territorio otorgado al Estado judío. La Nakba también se convirtió en la incursión militar fundante de las Fuerzas de Defensa Israelíes –IDF por sus siglas en inglés-, en el momento en que Ben-Gurión declara al ejército paramilitar de la Haganah como las fuerzas oficiales del Estado de Israel, en mayo de 1948.

“Con el establecimiento del Estado de Israel, la Haganah emerge de ser un grupo clandestino, a convertirse en un ejército regular. Tanto los yishuv como los pueblos judíos están en gran deuda con ella por sus contribuciones durante las varias fases de su existencia y desarrollo. En las crónicas del pueblo de Israel, la saga de la Haganah brillará en todo su esplendor y majestuosidad que jamás conocerá la oscuridad” Ben-Gurión, 1948.

En el contexto actual, se vuelve fundamental repensar el genocidio como un fenómeno contemporáneo, inseparable de la constitución del sistema capitalista en sus diversas fases históricas. Las 10 etapas del genocidio describen al exterminio sistemático que vive Palestina, ejecutado como acto fundacional del Estado de Israel.

De acuerdo a Genocide Watch, las fases 1 y 2 que preparan un genocidio, inician con la clasificación y simbolización de un grupo étnico, nacional o religioso. En este caso, el sionismo impuso un sistema de apartheid que excluye al pueblo palestino como grupo separado del judío, perpetuando jerarquías que se basan en categorías raciales y racistas. La tercera fase se refiere a la discriminación sistemática de un grupo en específico -trato diferenciado frente a la ley y al Estado-. En la fase cuatro, se induce a una deshumanización del grupo a exterminar, encaminado a desensibilizar y preparar a los verdugos para el genocidio. Llegando a la quinta fase, que se refiere a la organización o preparación de un genocidio: crear estructuras que sean capaces de perpetrar un genocidio como un ejército o milicias –la Haganah, ahora IDF-.

En sexto lugar se materializa la polarización en contra de determinado grupo o pueblo –en este caso el palestino-, por medio de un discurso y propaganda que incitan al odio. La fase siete se refiere a la preparación intelectual y material de una limpieza étnica, en otras palabras planificar un exterminio en masa – incluye el llamamiento  a reservistas y la elaboración de listas de muerte. La octava fase inicia con la persecución abierta a determinado pueblo, mediante el cometimiento de actos semi-genocidas que preparan el terreno para un exterminio masivo. La fase nueve marca el exterminio como tal. En el contexto palestino, nos encontramos al inicio de esta etapa, que incluye un bombardeo masivo equivalente o superior a la bomba atómica de Hiroshima, el uso de fósforo blanco, y el bombardeo “en alfombra” a escuelas, hospitales, centros religiosos y centros poblados. La última fase del genocidio según Genocide Watch, iniciaría con la invasión terrestre y el exterminio masivo al pueblo palestino.

Ahora, más de 75 años después, el Estado de Israel y sus criminales armados, ejecutan una segunda Nakba, que tiene como objetivo el exterminio total del pueblo palestino. Hasta el momento, ha logrado forzar el desplazamiento de más de 2 millones de palestinxs hacia la frontera norte de Gaza y Egipto; y ha conseguido más de 8.000 muertes palestinas, entre las cuales se cuentan 3.324 bebés, niños, niñas y adolescentes; 2.062 mujeres y casi 500 ancianxs. El Estado de Israel se funda en un proceso colonial de ocupación de territorio, desplazamiento forzado y eliminación sistemática contra el pueblo palestino. La autodefensa palestina y sus varias organizaciones se encuentran en una incursión, que posiblemente logre superar la resistencia por la construcción de un proceso revolucionario, en un proyecto histórico de liberación nacional.

La valentía y la fuerza del pueblo palestino bien podrían inspirar y desencadenar una ola de revueltas populares a nivel global. La solidaridad, que es la ternura de los pueblos, puede convertirse en un rabioso acto de amor revolucionario.  Por ahora hemos atestiguado manifestaciones combativas de los pueblos del mundo y la identificación con la lucha por la liberación de palestina, en todos los rincones del planeta. La única posibilidad es la justicia, y la única justicia es el fin del Estado fascista y colonial de Israel.

 

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