La URSS, memoria histórica del comunismo

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Jueves 17 de Febrero de 2022

Han pasado 32 años desde la disolución de lo que alguna vez fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas -URSS-, en la actual Rusia, junto a otras 15 repúblicas. La URSS vio la luz tras la Revolución de Octubre de 1917, cuando el proletariado bajo la dirigencia de Lenin y los bolcheviques se hicieron con el poder, poniendo fin a cinco siglos de monarquía zarista.

Al hablar del siglo XX es imposible no mencionar a la URSS y la ideología política con la que esta se desarrolló, el marxismo-leninismo, materializando en praxis política la construcción del socialismo de Estado. Tras la separación de la URSS y la llegada del “fin de las ideologías”, se ha reducido todo su legado, influencia y aporte a la humanidad a una mera categoría de relato, sumado a una fuerte dosis de revisionismo histórico pro estadounidense y capitalista. El resultado de esta acción reaccionaria ha minimizado el papel de la URSS y del marxismo-leninismo en la historia de la humanidad. De ahí que, como marxistas leninistas, planteamos hacer una recuperación de la memoria histórica de los innegables logros del país de los soviets.

Ámbito legislativo y construcción del Estado socialista

En la URSS, se abolió por completo las obsoletas leyes hechas por la monarquía y la burguesía, para dar paso a una nueva legislación hecha por el pueblo y para el pueblo. En 1918, el nuevo código civil soviético elimina la potestad de los esposos sobre sus esposas y así la compra-venta de mujeres, proclamándose la igualdad entre estos.

Producto de la lucha de clases, se hace efectivo el derecho al voto femenino, legalizando el divorcio por acuerdo mutuo y de parte. En 1920 se reconoce el aborto como un derecho y el Estado soviético asume la obligación de garantizar las condiciones seguras de su práctica. 

La nueva legislación, orientada por la ética del comunismo, en 1922 despenaliza la homosexualidad y por consecuente se penaliza su discriminación. Todo esto en su camino hacia la emancipación de cualquier tipo de opresión que aquejara a hombres y mujeres de la nueva república obrera.

La seguridad social y los derechos laborales no se quedaron atrás. En 1918, la jornada de trabajo se reduce a 7 horas, se igualan los salarios promedios y se prohíbe que los salarios para los especialistas superen el doble de un salario básico, se instaura un sistema de pensiones para los ancianos y en caso de lesión permanente. La edad para jubilación se establece a los 55 años para las mujeres y 60 para los hombres; se prohíbe el trabajo para menores de 16 años. Además, se establecen vacaciones pagas, se contempla el subsidio por desempleo, enfermedad, maternidad y se crean guarderías cercanas a las fábricas.

Educación y desarrollo científico

Una de las áreas de mayor prioridad fue la educación: se reconstruyeron escuelas y universidades que habían sido destruidas durante la guerra civil (1917-1923), conflicto entre la monarquía y el ejército real con apoyo de potencias europeas contra el recién formado Ejército Rojo de Obreros y Campesinos, que defendía la revolución y el nuevo gobierno proletario.

Paralelamente se construyeron nuevas escuelas, colegios y universidades, incluso en regiones periféricas que antes de la revolución no habían tenido prioridad. Se emprende una campaña de alfabetización masiva en las 15 repúblicas soviéticas. Como parte del desarrollo educativo se ofrecen comidas saludables en las escuelas y colegios, mientras las compras de libros aumentaron por su precio accesible. Se facilita el acceso al arte y el consumo cultural se disparó, llegando a su máximo nivel de expresión.

Bajo la dirección de Nadezhda Krúpskaya -reconocida figura del Partido Comunista de la Unión Soviética y posterior Ministra de Educación- además de ser uno los personajes más importantes durante la preparación de la Revolución de Octubre junto a los bolcheviques, se crea una red de bibliotecas con prioridad en el contenido científico y se reforma por completo el sistema educativo, volviéndolo público y gratuito. De esta forma se eliminan los contenidos religiosos y se gestiona la implementación de una educación politécnica pragmática, el modelo pedagógico tradicional y conductista se suprime para dar paso a modelos pedagógicos con enfoques holísticos que conciban la cooperación, el aporte colectivo y el bien común como finalidad.

A pesar de la propaganda contra la URSS y el revisionismo histórico imperialista, los logros y avances científicos son innegables y sin duda alguna sentaron las bases del desarrollo tecnológico actual. Tras la revolución se tecnificó la agricultura y posteriormente se industrializó la producción con tecnología nacional.

Los científicos soviéticos consiguieron 4 premios nobel de física y 1 de química. En 1954, se puso la energía nuclear al servicio de la sociedad con fines pacíficos para electrificar múltiples zonas, se creó el primer satélite artificial y este entró en órbita. En 1957, la primera nave espacial tripulada despega con éxito, convirtiendo a Yuri Gagarin – un obrero hijo de un campesino – en el primer ser humano en alcanzar el cosmos. A finales del mismo año se crea la tecnología de la telefonía móvil, pionera de la que se conoce hoy en día.

Derrota de la Alemania nazi, desarrollo militar y defensa de la revolución

En 1939, durante la Segunda Guerra Mundial -SGM-, Stalin plantó cara, ante el mundo entero, a la Alemania de Hitler, y definió al fascismo como una ideología y fuerza reaccionaria de la burguesía y monarquía de Europa que debe ser derrotada. Stalin, lider un marxista-leninista, sucesor de Lenin y figura importante dentro del partido, fue un gran organizador, agitador y cuadro importante en la Revolución de Octubre.

En 1943, en la batalla de Stalingrado el Ejército Rojo elimina al 70% de las tropas nazis y comienza con la liberación a Europa oriental del fascismo. La batalla de Stalingrado fue de las más importantes durante la SGM, ya que la victoria soviética significó la herida de muerte del ejército nazi y una de las causas principales de la capitulación alemana, el 9 de mayo de 1945.

De esta forma, no solo se demostró en la historia la superioridad militar de la URSS frente al ejército más eficiente del mundo en aquel momento -el alemán-, sino también en lo político, ideológico, científico y técnico. La derrota nazi fue obra del comunismo, del partido de Lenin y Stalin, del pueblo soviético y su ejército de obreros y campesinos.

La experiencia de la Unión Soviética como socialismo de Estado, bajo la línea ideológica del comunismo mostró que otra sociedad es posible, sustituyendo las dinámicas capitalistas de competencia e individualismo por trabajo y apoyo mutuo, a favor del bien común y así alcanzar el progreso, desarrollo social y tecnológico. Solo es necesario echar un vistazo al pasado para recordar los logros de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la única nación en la historia de la humanidad que en menos de 50 años paso de ser un país de arado a convertirse en una potencial mundial.

 

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