Un mes de protestas y Duque se niega a negociar con los estudiantes

EstudiantesColombia
Lunes 12 de Noviembre de 2018

Los estudiantes colombianos piden al gobierno que se cubra el déficit financiero que hay en las Universidades Públicas y los Institutos tecnológicos. Las manifestaciones de calle comenzaron el miércoles 10 de octubre del 2018 y avanzaron hasta un paro nacional,  que ya lleva alrededor de un mes.

Los estudiantes protestan y se movilizan para que se salde el déficit financiero que asciende a 4.5 billones de pesos (aproximadamente 1500 millones de dólares) en términos de funcionamiento y el pago de la deuda histórica de inversión en educación que son 15 billones de pesos (5000 millones de dólares), además de que las movilizaciones rechazan la nueva reforma tributaria que planteó el sector Ejecutivo para el año 2019 en el que se alzaría el costo de la canasta básica en un 18%.

El Presidente de la República, Iván Duque, se ha negado a tener una negociación directa con los estudiantes y ha envidado emisarios como el Vice-Ministro de Educación a dialogar con dirigentes estudiantiles y con Rectores de algunas Universidades. En el marco de estas negociaciones el Gobierno Nacional anunció que se incrementaría el presupuesto en educación superior en 500 mil millones de pesos (1700 millones de dólares). Los estudiantes no aceptaron este medida, debido a que la deuda del Gobierno con las Universidades Públicas es mayor y la oferta no alcanzaría para cubrir salarios de profesores, infraestructura, becas estudiantiles y pago de personal asistencial.

El 6 de noviembre del 2018 se llevó a cabo un encuentro entre los voceros estudiantiles, organizaciones de profesores y el Gobierno Nacional para buscar una solución conjunta a las peticiones estudiantiles. Los estudiantes debían unificar sus pliegos de peticiones y presentar una propuesta de financiamiento, mientras que el Ministerio de Educación debía precisar los aspectos económicos con el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación. Luego de una larga jornada de negociaciones y sin llegar a un acuerdo concreto, la mesa de trabajo se suspendió debido a que el Gobierno Nacional expresó que no cuenta con los recursos que está solicitando la comunidad estudiantil.

Como no se llegó a un acuerdo, la noche del jueves 8 de noviembre las protestas se intensificaron y derivaron en choques entre los estudiantes y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). “Las manifestaciones estudiantiles han sido pacíficas, en donde se reflejan protestas artísticas y culturales, sin embargo, cuando el Gobierno ve que existe una alianza entre los estudiantes, docentes, trabajadores y campesinos, estigmatiza las protestas y reprime a los manifestantes” expresó Cristhian Polo, estudiante de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.

El ESMAD no ha vacilado en utilizar bombas lacrimógenas, balas de goma y ataques con artefactos incendiarios contra los estudiantes, estos símbolos de represión Estatal, resultan contradictorios si recordamos que en campaña presidencial Iván Duque felicitaba las protestas en Venezuela y las calificaba de “democráticas” mientras que hoy tilda de vándalos a los estudiantes de su país y utiliza al ESMAD para reprimirlos.

Ante la represión estatal, los grandes medios de comunicación colombianos solo se han pronunciado para alegar que los manifestantes destruyen la propiedad privada, que grafittean paredes, dañan estaciones del Transmilenio o que incendiaron las instalaciones de RCN Radio en Bogotá , en aras de deslegitimar a los estudiantes, que están protestando pacíficamente por su derecho a una educación pública de calidad.

En el año 2017 hubo una deserción estudiantil del 12.8% debido a que los estudiantes, no podían financiarse los viáticos para sus estudios. En la actualidad la inversión que hace el Estado colombiano por estudiante universitario es de 4 millones de pesos (1333 dólares), mientras que en 1993 la inversión por estudiante era de 10 millones de pesos (3333 dólares). En el año 2002 hubo un decreto que modificó los salarios de los profesores, con el fin de incentivar la investigación, pero desde entonces los salarios no han subido y los profesores que cuentan con Doctorado ganan entre 4 y 7 millones de pesos (entre 1333 y 2333 dólares), un salario realmente bajo si se analiza el tiempo dedicado en estudio y las deudas que realizan los profesionales para culminar sus postgrados.

Se ha congelado la inversión en educación superior aun sabiendo que la demanda educativa subió, de 160.000 estudiantes en 1993 a 600.000 estudiantes en el 2016, esto en relación a estudiantes de pregrado; mientras que los estudiantes de postgrado se incrementaron de 16.492 en 2003 a 46.794 en 2017, por eso los estudiantes solicitan 15 billones de pesos (5000 millones de dólares), debido al aumento de estudiantes en las Universidades Públicas.

Ante esta situación crítica de la Universidad Pública colombiana y la “nueva ley de financiamiento”, que expresa que se le reducirán los impuestos a las empresas en todo el país y se incrementará el precio de los bienes de consumo básicos, la Central Unitaria de Trabajadores anunció una manifestación el 15 de noviembre del 2018 en conjunto con los estudiantes, centrales obreras y organizaciones sociales. Y el 28 de noviembre del 2018 se convocó a una súper manifestación nacional, en donde el CUT llama a otros sectores sociales como indígenas, campesinos y transportistas a movilizarse junto con los estudiantes en contra de las políticas neoliberales del gobierno de Iván Duque. 

Duque se ha negado a la posibilidad de negociar con los estudiantes, mientras que el martes 5 de noviembre del presente año se reunió en la Casa de Nariño con el cantante Maluma, para expresarle su apoyo a la fundación  musical del reguetonero. Los estudiantes rechazaron está reunión y anunciaron que hasta que el Presidente no los reciba para negociar, las protestas y el paro de las Universidades continuaran en todo el país, existen 30 Universidades en paro y otras 20 están en proceso de movilización.

En el Ecuador, el Gobierno de Lenín Moreno plantea reducir 145,1 millones de dólares en educación para el 2019, en donde las Universidades más afectadas resultan ser las universidades públicas. ¿Tomarán los estudiantes ecuatorianos el ejemplo de las manifestaciones en Colombia? El tiempo corre en contra y el neoliberalismo no tiene reparos en avanzar e incrementar la precarización social.

Fotografía: AP.

 

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