Los cuidados son la condición para seguir en vida

muejres de
Lunes 13 de Abril de 2020

En esta ocasión les presento una entrevista con Typhaine León, del colectivo Mujeres de Frente. Esta es una organización de mujeres, feminista, antipunitivista, que busca resistir al Estado punitivo y a los impactos de este sobre la vida de las mujeres. Está conformada por mujeres muy diversas, muy desiguales, mujeres estudiantes, profesoras, comerciantes autónomas en la calle, trabajadoras del sexo, empleadas domésticas, muchas jefas de hogar, investigadoras, micro traficantes, mujeres que han estado en la cárcel, mujeres que están en la cárcel, mujeres que nunca han conocido la cárcel.

Las condiciones actuales han modificado nuestras formas organizativas, nuestras prioridades y también las preocupaciones urgentes de cada organización. A continuación, las perspectivas y trabajo de Mujeres de Frente.

DA: Cuéntame un poco de la organización y su trabajo

TL: En general podemos decir que muchas de las mujeres que conforman la organización, tienen un trabajo que está tipificado como delito por la ley, o trabajados que no son ilegales, pero que son altamente estigmatizados, que conllevan amenazas y castigos por el sistema punitivo del Estado. Lo que intentamos hacer todas juntas, es fortalecer vínculos de solidaridad que ya existen y crear nuevos vínculos para resistir mejor al Estado punitivo.

Esto pasa a través de dos principios: el uno es la redistribución económica, y también una redistribución en términos de saberes. Hay mujeres que saben más ciertas cosas, hay otras mujeres que saben mucho más de la vida. También pasa en la educación, en la crianza, en cómo educamos a nuestros hijos y nuestras hijas y también una redistribución del cuidado.

El segundo eje es el de los cuidados, del cuidado que tenemos con nosotras, en la comunidad, en lo diversas y desiguales que somos. Este principio del afecto y de los cuidados, es algo que nos mueve mucho. Pero también los cuidados entendidos como la condición sine qua non para sostener a la vida. Esto es algo que obviamente reposa sobre las mujeres histórica y estructuralmente. En estos precisos momentos de pandemia, los cuidados tienen un rol fundamental, es el momento en que se ve justamente que los cuidados son la condición para seguir en vida.

DA: ¿Cuál es la situación actual de la organización?

Ahora estamos encerradas, estamos confinadas respetando el aislamiento social. Lo que solíamos tener, es una casa que se llama La Casa de las Mujeres en el centro histórico, y ahí solía funcionar un espacio que le llamamos el espacio wawas, que justamente es un espacio donde las niñas y los niños de varias mujeres podían acudir cada tarde de lunes a jueves para jugar y para que las madres puedan ir a trabajar más tranquilamente. También tenemos un comedor popular que es el núcleo del colectivo, donde vienen a comer estos niños, niñas y adolescentes, pero también las mujeres.

DA: ¿Cómo se lee la crisis sanitaria desde Mujeres de Frente? ¿Cuál es el escenario en el que se encuentran las compañeras con quienes trabajan?

TL: Se lee en un nivel altamente político. En el que los cuidados, todo lo que involucra sostener la vida colectiva, que es algo que siempre ha reposado sobre las mujeres, particularmente sobre las mujeres empobrecidas y racializadas, que siempre han tenido más trabajo y no tanto sostén desde el Estado y las políticas públicas. Este trabajo de cuidado es el que se ve reflejado como muy necesario, que ya se sabía, pero ahora en la crisis sanitaria, demuestra que es lo único que nos puede salvar.

Entonces para las mujeres que siempre han cuidado y que siempre cuidan, es algo que toca reinventar, repensar estas formas de cuidar en este periodo de coronavirus. Al mismo tiempo que tiene que fortalecerse el cuidado, se precarizan sus condiciones. Se precarizan porque muchas mujeres, muchos grupos familiares ya no tienen acceso al trabajo. Cómo te decía, muchas de las mujeres de la organización viven del comercio informal, viven de la calle, del espacio público, que ahora está obviamente cerrado. Ahora es un espacio que pertenece al Estado, a las fuerzas policiales, al ejército. Entonces en esta contradicción que se visibiliza.

El Estado de excepción también da lugar a mucha recrudescencia de la violencia militar y policial hacia personas, que otra vez son personas empobrecidas y racializadas. Es decir, otra vez el Estado acorrala a las mismas familias que ya estaban acorraladas antes del estado de excepción y del coronavirus.

Cada día el Estado punitivo no deja de sorprender en sus maneras de reprimir y de siempre empobrecer, una manera de fabricar la pobreza, que no deja de funcionar, sino que se intensifica en este tiempo de coronavirus.

DA: ¿Se han habilitado líneas crediticias por parte del estado o se han habilitado bonos de rescate en el sector que están involucradas?

TL: Hasta ahora podría decir que, por parte de la institución pública, no hemos recibido una ayuda que pueda llamarse significativa. Nosotras tenemos ahora una lista, que creamos con todas las mujeres que conforman el colectivo de unos 200 grupos familiares. Hay una parte que nosotras gestionamos completamente, a partir de campañas de donaciones, y nosotras tratamos de redistribuir. La otra parte, con esta lista que es gigante, intentamos ver que instituciones y organizaciones pueden distribuir canastas y kits.

La verdad me da pena decirte que no funciona mucho, sobre todo con las instituciones públicas, hasta ahora no vimos que las familias pudieron recibir ninguna canasta, ningún kit. El hecho de que haya funcionado o no con nuestra organización, lo que notamos es que son canastas que a veces son muy pequeñas y como son kits pequeños, es una ayuda muy puntual, que muchas veces no ayuda al sostenimiento de grupos familiares.

DA: ¿Cuáles ha sido las medidas que han implementado para afrontar la pandemia?

TL: Las preguntas que nos hicimos fueron ¿cómo seguimos fortaleciendo? ¿cómo seguimos juntas a pesar del aislamiento social?  para seguir con estos dos ejes: de cuidado en el sentido en que sostiene la vida, y el de la redistribución.

Decidimos seguir con el comedor popular, con la plata del comedor popular y gracias a una campaña importante de donaciones, para comprar al por mayor, y junto con todas las mujeres armamos unas 23 canastas de las familias que pudieron estar presentes en este momento. Todas juntas pudimos armar estas canastas y cada familia se fue con una canastita a la casa, para el inicio de este período del aislamiento social.

En las semanas que siguieron, continuamos con la campaña de donación, lo que nos permitió seguir, pero decidimos seguir con una redistribución económica, a través de transferencias bancarias. No podíamos saber realmente que necesitaba cada familia, unas necesitarán pañales, mientras otras productos de limpieza, o medicamentos.

Con estas mujeres empezamos a armar una lista mucho más amplia de grupos familiares que necesitan una ayuda alimenticia y una ayuda económica, porque el trabajo obviamente se complicó muchísimo. Este sistema funciona, cada mujer que nos ayudó a crear esta lista en función de sus propias redes barriales y familiares, se encuentra en una posición de coordinadora, de lideresa y a ella le toca hacer las canastas con los productos que vienen, y luego redistribuir en la localidad.

Es un trabajo que es un poco más redistribuido, que permite que muchas más personas puedan aprovechar de este sistema, y siempre desde una solidaridad más horizontal, la meta es reforzar una organización social y seguir organizándonos entre movimientos sociales. Pero también cómo organización de base y que personas puedan articularse a través de esto, que tenga un impacto en el futuro.  

Otra cosa que hacemos es mantener un seguimiento. Entre las 25 - 30 que somos en el colectivo, nos llamamos cada 2-3 días para saber cómo estamos. Así nos enteramos de posibles abusos militares y policiales, pero también cosas más cotidianas de la vida. Un seguimiento súper particular está hecho a compañeras que tienen enfermedad catastrófica y terminal. Algunas mujeres también están intentando hacer deberes a distancia con las niñas y los niños. También cosas que son de la vida cotidiana, que se puede complicar en el aislamiento, intentamos llevar las todas juntas.

También lanzamos un manifiesto para pedir el excarcelamiento de mujeres madres, que tengan niños que están afuera, y mujeres que estén con sus hijos menores de tres años adentro, mujeres que hayan cometido delitos menores y a personas que tienen enfermedades graves, crónicas o terminales, que podrían estar directamente en riesgo por el contagio del coronavirus en las cárceles. Cuando hablo de personas con estas enfermedades o riesgos particulares, es siempre que no estén encarcelados por violencia contra la mujer, y también la liberación de mujeres por aborto o por violencias obstétricas.

Las mujeres están encarceladas esencialmente por delitos de pobreza, que son que no implican violencia contra otras personas, no son personas de riesgo. La encarcelación precariza, fragiliza grupos familiares enteros, y en este periodo de aislamiento creemos que estas mujeres deberían estar cuidadas por su familia, cómo ellas poder cuidar a niños, niñas que han dejado afuera, etcétera. Estando fuera del Estado de protección, al menos se les permita sostener la vida juntos.

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DA: ¿Cuál es la mayor preocupación en medio de la pandemia?

TL: Es justamente cómo seguir teniendo mínimas bases para continuar con estos cuidados que son necesarios para la vida, y también lo que está implícitamente dicho, cómo hacemos para no morir. No todo el mundo está afectado de la misma manera por la pandemia, y está claro que la enfermedad tiene clases sociales, se adapta a las desigualdades y opresiones sobre las cuales se basa nuestra sociedad.

Hay un reforzamiento del Estado punitivo y tampoco vemos que aparece un Estado de protección, en este momento de crisis sanitaria. Está claro que las personas más expuestas, son las personas más empobrecidas y racializadas. Son las personas que, en vez de recibir una ayuda social, pueden ser objeto de manipulación para que el Estado saque una foto, o simplemente puede estar muriendo sin que haya una real preocupación. Las personas que se van a morir masivamente, obviamente son las que tienen menos condiciones para cuidarse. Cuando no hay agua potable, cuando no es posible comer bien para sostener un cuerpo, entonces es mucho más complicado resistir a una enfermedad.

Lo mismo para las personas encarceladas. Es condenarlas a una enfermedad, que para muchas significará una muerte segura, como una pena de muerte. Que también nos cuesta vernos con esto. No digo nada nuevo, pero hay muertes que conmueven más que otras, entonces esa es una preocupación.

En la práctica la preocupación principal que tenemos, es cómo seguir con estos gestos de prevención y cómo seguir alimentándonos, y tener una vida mínima para seguir sosteniéndose y en caso de que el virus llegue, tener un cuerpo que pueda resistir.

DA: ¿Cuál es la lectura y perspectiva a futuro cercano (dos o tres semanas adelante) desde la organización? ¿Cómo trabajar con otras organizaciones?

TL: Creo que lo que va a pasar es bastante feo, no podemos decir lo que va a pasar, sería especular, pero podemos decir desde ya que es una situación que va a empeorar, por lo menos de cara a la gente que vive del comercio informal. Mujeres y sus familiares precarizadas y criminalizadas, es obvio que la situación que no va a mejorar, sino que va a empeorar.

Ya vimos que las condiciones de vida se degradaron muy abruptamente, y yo creo que en las semanas que van a venir va a ser peor. No sabemos si vamos a salir o no, en qué términos, pero sabemos desde ya, que hay cosas que ya cambiaron.

Yo creo que el funcionamiento de la sociedad, claramente la sociedad capitalista ha demostrado una estructura que sirve para producir y reforzar miseria, empobrecimiento y criminalización de los mismos grupos de poblaciones. Esto va a ir reforzándose en las semanas que vienen. La otra más optimista, es que también la crisis demostró que la sociedad civil es la que sabe moverse y sabe sostenerse. Entonces es siempre apostar por más articulación, por más organización, por más vínculos.  La redistribución siempre más, siempre estar aliadas en los problemas que vamos a tener que enfrentar, está claro que la autoacción y las organizaciones autónomas, son las que están sosteniendo la vida colectiva.

 

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Links de la organización:

Web: https://mujeresdefrente.org/

https://www.facebook.com/296543660886198

https://twitter.com/MujeresdFrente

https://ecuadortoday.media/2020/04/05/manifiesto-por-la-excarcelacion-es-justo-liberarlas/

 

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