28s. Mujeres ecuatorianas: “No tengo un cuerpo, yo soy mi cuerpo”

28s Aborto legal
Martes 2 de Octubre de 2018

La Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano, en el marco del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC) en1990, estableció el 28 de septiembre como el Día de la lucha por la despenalización y legalización del aborto. Este día resulta emblemático para las mujeres y sus derechos humanos, pues conmemora la promulgación de la “Ley de Libertad de Vientres” que en 1871 devolvió la condición de hijas e hijos de madres esclavas en Brasil. De tal forma, este 28s reunió a mujeres en toda su diversidad  en una especie de insurrección que reclama al Estado nuestras libertades, esta vez: la despenalización y la ampliación del acceso al aborto legal y seguro como un derecho humano. El 28 de septiembre, en Quito y en Cuenca, congregó a mujeres y varones –aliados-, GLBTIQ+, colectivos y organizaciones feministas unidos en sinergia a favor de la despenalización legal, social, y a la legalización del aborto en América Latina y El Caribe.

El 28s, es un día en el que las voces de miles representan las de aquellas que fueron acalladas, criminalizadas o estigmatizadas por la falta de acceso a información oportuna y por barreras socio-económicas. En este sentido, resulta interesante destacar la coincidencia de la fecha, pues la UNESCO celebra el 28s el "Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información”, que exige garantizar el acceso público a la información y la protección de las libertades fundamentales. La Constitución ecuatoriana, acogiéndose a estas obligaciones internacionales, ha dispuesto en los artículos 16, 18, 52 el derecho y la obligación de dar y recibir información oportuna y veraz, lo que ha alentado a colectivos feministas como “Las Comadres, Red de acompañamiento en aborto” a informar, facilitar, acompañar y derivar, a mujeres sobre la práctica del aborto seguro, de acuerdo con protocolos médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cuando hablo de aborto, hablo del acceso a derechos; y es que abortar no representa la mera acción de interrupción del embarazo, el aborto es más que eso. La que parecería ser una práctica autómata a los ojos de instituciones, colectivos y organizaciones “anti derechos”, es una acción que refleja una serie de circunstancias que han ocurrido en la vida de la mujer que opta por esta decisión: sea por que han sido víctimas de violencia física, psicológica, sexual, patrimonial, gineco-obstétrica; sea por problemas de salud o porque no desean ser madres en un determinado momento de su vida.

En cuanto a la legalización del aborto en Ecuador, a pesar de que en la palestra legislativa la violencia de género podría legitimar jurídicamente un aborto, la causal de aborto por violación no solo atropellaría el principio de indivisibilidad, sino que violaría el núcleo de los Derechos Humanos del Derecho Público Internacional “Ius Cogens”, pues la Convención de Viena+20 reconoció que la “violencia contra las mujeres” es una violación a los derechos humanos. Por lo tanto, al legalizar el aborto por esta causal se estaría admitiendo que una mujer debe ser violentada para poder hacer efectivo un derecho. Sin embargo, y a pesar de estos desfases jurídicos patriarcales, la despenalización legal del aborto por la causal de violación, constituiría una forma de dignificar y humanizar a las niñas, adolescentes y mujeres adultas que han sido sujetos de violencia, de tal forma que significaría una acción mínima por parte del Estado para resarcir desigualdades de género.

Si aterrizamos en la realidad que nos constriñe, lo que sucede en el Ecuador es que el Estado y  las Instituciones Públicas son patriarcales puesto que existe una fijación sesgada a lo masculino y marianista, que pretende normar la fecundidad y el actuar de los cuerpos gestantes; y, a pesar de establecer a nivel formal prácticas igualitarias con enfoque de género, deshumanizan, denigran y ejercen violencia machista contra mujeres que acuden a un hospital con un aborto en curso o diferido, muchas veces violando el principio -y, derecho fundamental- de la presunción de inocencia y , a su vez, el debido proceso. Prueba de esto es que desde el año 2013 según el Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos, SURKUNA (2018), 326 mujeres han sido penalizadas por aborto “provocado”  sin pruebas de ello. La penalización del aborto en Ecuador, está determinada por el factor socio-económico de las mujeres, pues justamente son los grupos de mujeres empobrecidas y provenientes de grupos tradicionalmente excluidos (por raza, etnia y edad) quienes se ven avocadas a acudir a centros de salud poco sensibilizados y desinformados respecto a los derechos de la mujer; las que no , prefieren arriesgar su vida por temor a la criminalización  desde el mismo centro de salud, donde no se garantiza el secreto profesional ni el debido proceso. Este factor socio-económico, es el mismo que determina cuáles son las mujeres que serán penalizadas, cuáles las que serán estigmatizadas socialmente y aquellas que morirán en la clandestinidad. 

Algo que queda claro después del 28s es que las mujeres en su diversidad -cuerpos gestantes, cuerpos feminizados, mujeres trans-, reivindican la lucha por el aborto legal y seguro como un derecho de autodeterminación sobre sus cuerpos. Mismos cuerpos, sobre los cuales recaen  críticas desiguales sobre el ejercicio de su sexualidad o están en continuo escrutinio y escarmiento público, reivindican la libertad de ejercer su autonomía a través de decisiones informadas que responden a una racionalidad práctica. Este 28s las mujeres marchamos en el marco de la Campaña realizada por la Asamblea Impulsora del Aborto Libre Ec por la despenalización legal y social del aborto, pues se ha evidenciado que la criminalización de las mujeres no evita que estas aborten, porque el criminalizar a las mujeres que abortan significa criminalizar la pobreza y, porque reafirmamos nuestro status como una organización de la sociedad civil que conformada por mujeres, mujeres diversas y varones aliados, se oponen a modelos de dominación y opresión limitados por la imposición heterónoma de principios y normas de conducta. Aunque todo parezca un ideal, el hecho es que nos tenemos entre nosotras y así, marchamos organizadas y con la firme convicción de que cada día construimos una sociedad más inclusiva y empática que no persiga, criminalice ni estigmatice a las mujeres que abortan.

 

Bibliografía:

Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos “SURKUNA”. (27 de septiembre2018). Rueda de prensa por el lanzamiento de la Línea LIBRE. 0999928032. Quito-Ecuador.

Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (CLACAI). (2018). 28 de septiembre, día de lucha mundial por la despenalización y legalización del derecho al aborto. Recuperado de: http://clacai.org/2017/09/22/28-septiembre-dia-lucha-mundial-la-despenalizacion-legalizacion-del-derecho-al-aborto/

Las Comadres. (Abril del 2018). Fanzine Comadreando. Acompañamiento feminista abortista 0998883339. Quito-Ecuador: Las Comadres. Red de Acompañamiento en Aborto.

Merleau-Ponty. (2003). Nature: Course Notes from the Collège de France. Northwester University Press. Illinois-Estados Unidos

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