Agradecimiento a la lucha de los pueblos

Compañeros y compañeras de los pueblos y nacionalidades, bases y estructura de nuestra gloriosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE): Ecuador Runakunapak Rikcharimuy (ECUARUNARI), Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Costa Ecuatoriana (CONAICE) y la Confederación de Nacionalidades indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE). A los nacionalidades y pueblos. Por la Amazonía: Kichwa amazónico, Shuar, Achuar, Andoa, A'i Cofán, Siekopay, Quijos, Huaorani, Shiwiar, Siona y Zápara. Por la Sierra: Kichwa serrano, Pasto, Otavalo, Natabuela, Karanki, Kayambi, Imantag, Cochasquí, Kitu Kara, Panzaleo, Puruwá, Waranka, Salasaca, Kisapincha, Chibuleo, Tomabela, Kañari, Saraguro y Palta. Por la Costa: Awá, Chachi, Epera, Tsáchila, Wankavilka, Puna, Manta y Kichwa de la Costa, compañeros migrantes en el exterior de CONEUSA. Al pueblo Afroecuatoriano y Montubio. A la clase obrera, campesinado, a la juventud y mujeres populares, al conjunto de la clase trabajadora y el proletariado ecuatoriano. A toda la militancia airosa del diciendo-haciendo, que ha sostenido la lucha en los momentos más difíciles y nunca abandonó el barco:
Con profundo agradecimiento hacia ustedes quiero extender estas sentidas palabras que comprometen mi responsabilidad, individual y colectiva como Consejo de Gobierno saliente 2021-2025, de mantener la coherencia sostenida hasta ahora y que exige continuar, profundizar y radicalizar los objetivos político organizativos contenidos en el Proyecto Político de la CONAIE de 1994, con el compromiso de aportar, en la medida de nuestras posibilidades como ex dirigentes, a edificar una plataforma para los próximos años.
Hace casi 40 años escribieron los primeros dirigentes de la CONAIE la ruta que debemos seguir las siguientes generaciones, nuestra posición política e ideológica está escrita en el Proyecto Político de la CONAIE, que sentencia de manera firme y consecuente -frente al Estado, la burguesía y los gobiernos de turno- que nuestra lucha ha sido y será anticolonial, antiimperialista, anticapitalista, antineoliberal, anti segregacionista, hasta transformar esta cruda realidad en la que vivimos por más de 500 años.
Lamentablemente, han pasado tantos años y seguimos en una sociedad profundamente racista, capitalista, que está aniquilando las formas de vida propias de cada pueblo y nacionalidad. Es por ello, que el Consejo de Gobierno saliente 2021-2025, jamás cedió un milímetro, creímos firmemente en un mundo distinto. El poder nos ha dicho de todo: terroristas, atrasa pueblos, ‘radicales’, etc. Estas adjetivaciones no nos hicieron retroceder. Enfrentamos a las élites filo fascistas y a sus corporaciones de comunicación, que son maquinarias de la manipulación.
El capitalismo no entiende nuestros principios de vida: el sumak kawsay, la reciprocidad, la complementariedad, la dualidad, la circularidad, la integralidad, la relacionalidad, la vida en armonía con la madre naturaleza, la minga y muchos otros principios de vida que como civilizaciones del Abya-Yala hemos construido hace más de 6.000 años de memoria. Ahora, en el 2025, el capitalismo nos aniquila, arrasa territorios y depreda la vida, es por esto, que hemos tomado una posición firme. Somos hijos de la madre tierra, tenemos identidad cultural como pueblos originarios. Pero, al mismo tiempo, tenemos identidad de clase, como seres personas trabajadoras y campesinas, somos parte del sector más empobrecido del país y del continente. Esta realidad debe cambiar cueste lo que cueste y en el tiempo que sea necesario, no podemos seguir naturalizando ni normalizando la dominación, la tragedia y la tristeza de nuestros pueblos, ocasionada por las élites millonarias.
La tarea de la nueva generación dirigencial, a la que tengo el honor de pertenecer, debe seguir el camino trazado hasta realmente transformar la realidad de los pueblos. Los principios se mantienen firmes tras cuatro décadas, asegurando que bajo ninguna circunstancia nuestra organización puede alejarse de la ruta trazada; ni presiones externas, tentaciones individuales o amenazas de los gobiernos, deben alterar el devenir histórico de nuestro programa emancipador frente al modelo capitalista que nos oprime. Es cierto que existen diferencias internas, siempre las ha habido, pero eso no debe afectar nuestro núcleo fundamental: la plurinacionalidad popular, la interculturalidad crítica, la autodeterminación antiextractivista y la educación propia. Juntas, nos conducen al sueño de nuestros mayores: un mundo sin explotación, racismo ni opresión.
Pero, también existe un grupo de dirigentes en el movimiento indígena que no creen en el Proyecto Político de la CONAIE y, lo usan a conveniencia. Utilizando un lenguaje culturalista, negocian permanentemente con los gobiernos y la burguesía ecuatoriana. Desprecian el camino de nuestros taytas y mamas. Procuran satisfacer sus intereses personales y sus aspiraciones económicas individuales. Las condiciones económicas de este sector han cambiado respecto a la realidad de la gran mayoría del movimiento indígena que seguimos siendo pobres. Son indígenas, pero no de nuestra misma clase social, ya no son trabajadores, ni campesinos. Incluso, se han profesionalizado en el ‘cabildeo’ con gobiernos y partidos electoralistas, yendo de oficina en oficina, se creen operadores políticos. Este sector se opone a un análisis de la realidad basado en las clases sociales y la ideología. Son los que dicen “los indígenas no somos ni de derecha ni de izquierda”, cuando son ellos los que dialogan con la derecha y la burguesía. Además, son los que instrumentalizan las elecciones para sus fines personales, contextos, en donde siempre salen favorecidas las oligarquías. En torno a esos grupos de poder pululan asimismo perfiles oportunistas que se han desviado y alejado de todo horizonte político ideológico (a pesar de que se autodefinen de ‘izquierda’) y han pretendido justificar su alineamiento a la sombra del poder bajo cualquier argumento. Son peones del poder-realmente-existente.
Somos claros en decir y siempre lo sostuvimos, no ahora sino desde décadas, que no nos debemos ni a Noboas ni a Correas, ni a ningún gobierno de turno, porque los unos apuntalan el orden capitalista de muerte y porque los otros lo creen perfectible. Siempre hemos manifestado que nuestra lucha es contra el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo. El contexto electoral hizo que se tensionen las cuerdas, y pongamos a Noboa como nuestro enemigo principal. Pachakutik, en su momento, tomó una decisión mayoritaria en apoyar a la candidatura de la socialdemocracia, mientras otra línea apoyó a Noboa, y hoy no se hacen cargo de las nefastas políticas que está aplicando, como la desvinculación de 5000 servidores públicos y la aplicación de leyes regresivas para los derechos de los pueblos indígenas; como buenos politiqueros se lavan las manos después de poner a Noboa en el poder y cínicamente siguen con la muletilla del correísmo y anti correísmo. En consecuencia, debemos, apegados a nuestros principios organizativos, avanzar en un horizonte de transformación profunda del país y no seguirle el juego a estas estructuras de poder que solo nos alejan del objetivo real, la transformación social y el verdadero cambio.
Este Consejo de Gobierno de la CONAIE ha desarrollado una actividad intensa. Se ha remodelado toda la casa matriz (con dormitorios para dirigentes y compañeros que lleguen a Quito, equipamiento de cocinas y baños); se construyó la Sala de la Memoria y el Auditorio para 250 personas con todo el equipamiento técnico; la bóveda para el material audiovisual y su proceso de digitalización, que es el segundo más importante del país; se construyeron 15 leyes (de aguas, de consulta previa, libre e informada, ley de comunicación, etc.); se fortalecieron las relaciones internacionales con diversas organizaciones y pueblos; se tuvo una presencia territorial permanente por la defensa del territorio; se institucionalizó y fondeó la Universidad Amawtay Wasi. Se institucionalizó el Consejo Plurinacional del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe y se eligió al nuevo secretario de SEIBE aplicando la ley, y no por cuota política del gobierno de turno.
En conjunto, se han desarrollado millares de actividades con todas las dirigencias del Consejo de Gobierno, que suman 55 hitos históricos. Además, se construyó en Conocoto, el Centro de Integración Internacional de los Pueblos del Abya Yala, donde se proyecta que converjan la vida de los 852 pueblos indígenas del continente y el Caribe. Esto hace parte de la construcción de la Capital de los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador, que contará con 56 espacios arquitectónicos con diseños propios, un centro de producción agrícola regenerativa con sistema de riego presurizado, garantizado y automatizado; se encuentra en construcción un estadio reglamentario para el Primer Campeonato de los Pueblos; se fundó la escuela Comunidad Educativa Achik Muyu donde estudian más de 80 niños; un espacio de descanso para 100 compañeros y una maloca ceremonial. Pero, lo más significativo y poderoso fue sostener con dignidad el Levantamiento Popular Plurinacional de Junio de 2022, que fue la continuidad del Octubre de 2019. Movilizaciones que en esos tiempos extraordinarios de la lucha de clases posicionaron a la CONAIE como el referente de la lucha social y como foco de fe para los empobrecidos del Ecuador y del Continente entero.
En consonancia con Octubre de 2019, en Junio de 2022, conquistamos uno de los hitos más importantes de la lucha social en Ecuador del presente siglo. Esto hemos dejado plasmado en el libro Sinchi, el Levantamiento Popular Plurinacional de Junio 2022 en Ecuador. Tuvimos conquistas económicas enormes y directas por concepto de: incremento del Bono de Desarrollo Humano, la declaración de emergencia para el Sistema de Salud Pública, la asignación de presupuesto para el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, condonación de créditos vencidos de BanEcuador, la reducción del valor del combustible diésel, extra y ecopaís, el subsidio del precio de la urea, la implementación del Plan Semillas, la asignación presupuestaria e infraestructura para la Universidad Amawtay Wasi y el desarrollo del plan para el sector bananero; conquistas que en conjunto, ascendieron a más de 700 millones dólares, y si se toma en consideración el freno a las políticas de privatización, son casi 3.000 millones de dólares alcanzados por y para el campo popular.
Hermanos y hermanas, hay muchísimo más por decir, pero me quedo con el recuerdo de los gratos momentos vividos junto a muchos de ustedes en las luchas, así como aquellos difíciles acontecimientos, como el intento de asesinato por 3 ocasiones, o los 48 procesos judiciales que hemos afrontado (la mayoría ganados). Vuelvo a mi comunidad de San Ignacio, a la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi (UNOCANC), al Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC); a mi pueblo Panzaleo. Vuelvo a mi tierra para apuntalar procesos formativos con la juventud para que los nuevos liderazgos que vengan sean firmes y sólidos como los árboles y no se tuerzan o desvíen en el camino, vuelvo a sostener la lucha anti extractiva que tanto han pretendido menoscabar los gobernantes y el poder del capital, vuelvo a seguir sosteniendo los procesos desde la base y los territorios y a continuar levantando el camino que empezaron nuestros taytas y mamás en esta tierra hoy llamada Ecuador, pero habitada milenariamente por nuestros pueblos. Muchas gracias compañeros y compañeras, de corazón. ¡Yupaychani!