Resistencia popular por la libertad de “Lula”

LULA

¿Cuál es la primera imagen mental que se produce cuando nos preguntan por Brasil? Posiblemente Neymar, Pelé, fútbol, garotas, caipirinha, playa, favelas, novelas, entre otros imaginarios esencialistas que forman parte de narrativas producidas e impuestas por los grandes medios de comunicación y, por ende, reproducidos por “el sentido común” de la gente. Durante el día de ayer, en medio de nuestra caótica cotidianeidad, si alguien nos pregunta por Brasil es posible que prevalezca el imperio del sentido común, sin que se encienda la más mínima chispa de interés que nos permita enterarnos ayer, 7 de julio, están enjuiciando sin argumentos concretos a “Lula”. Sí, a Luiz Inácio “Lula” de Silva, ex presidente del Brasil, militante, compañero, dirigente sindical de San Bernardo, latinoamericano convencido con la construcción de la integración regional como mecanismo de resistencia y lucha.

 

Condenado a 12 años de prisión por supuestos delitos de corrupción el 05 de abril del 2018. El proceso legal se vio atravesado por los intereses políticos y económicos de los grupos de poder brasileños a quienes les aterra la figura del “Lula”. Pero no es “solo Lula” quien induce temor en la derecha brasileña, es lo que su imagen representa: resistencia y lucha de los sectores populares por sus reivindicaciones históricas e inmediatas. No hacía falta el dictamen de 12 años tras las rejas para que la indignación popular tome fuerza; el “espíritu” de este hombre corría ya por las venas del pueblo brasileño que desde hace meses ha denunciado las políticas neoliberales de Michel Temer quien llegó al poder tras el golpe a Dilma Rousseff.

 

Trabajadores, campesinos, feministas, mujeres, medioactivistas, estudiantes, en fin, una pluralidad de sectores expresan su solidaridad al exmandatario y resisten frente a la represión y persecución de Temer. Hace poco fue Marielle, así como a diario hay cientos de “Marielles” en las calles de Brasil; ahora instrumentalizando la justicia en favor de intereses políticos dictaminan cárcel para “Lula”. A pesar de este hecho, el Partido de los Trabajadores ha anunciado que su candidatura sigue en pie. El temor de la derecha a la resistencia y movilización popular no cesa a pesar de su fallido intento por desacreditar las transformaciones históricas evidenciadas en el gobierno de “Lula”, quien devolvió la dignidad a los sectores populares pero que, sobre todo, permitió repensar el papel de la organización social y los sectores subalternos en la política nacional y regional.

 

No se puede encarcelar el clamor insurgente. Ahora para hablar de Brasil hay que deconstruir el discurso dominante de garotas, caipirinhas y gambetas; el Brasil de ahora y siempre ha sido el que se caracteriza por la lucha y la resistencia popular, “Lula” solo nos invitó a retornar la mirada hacia los oprimidos, excluidos e invisibilziados.

 

Lo que la derecha nunca va a perdonar a “Lula” es que haya tenido la capacidad de pensar en el sur, de cuestionar los poderes trasnacionales y de las élites locales. “Lula” regresó la mirada hacia la integración de latinoamericana, hacia la resistencia que hoy se reivindica con mayor fortaleza.

 

Categoria