Elecciones en Venezuela: ¿qué pasó?

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Martes 8 de Diciembre de 2020

Elecciones en Venezuela: ¿qué pasó?

Luego de celebrarse el proceso electoral de elecciones parlamentarias este domingo 06 de diciembre en Venezuela, los resultados y reacciones aparecieron, como siempre, muy rápido, aquí un punteo de los datos más importantes:

  1. La participación: 31%, baja para los “estándares” venezolanos en el período de la Revolución Bolivariana (antes no eran escrutados, comentados o considerados por la comunidad internacional ni los medios de comunicación). Sólo en las parlamentarias del año 2005 fue más baja, con un 25,2%.  En el análisis debe considerarse que en el país las elecciones no son obligatorias, que hay una pandemia mundial y un fuerte bloqueo económico que ha afectado gravemente la cotidianidad del venezolano. Aún así, envía un mensaje al chavismo y a la oposición: la gente está más preocupada por resolver el día a día. En cuanto al ámbito internacional, se impone nuevamente la absurda lógica de juzgar y exigir niveles de participación que no aplican a ningún otro país. Por ejemplo, el 06D también hubo parlamentarias en Rumania, con participación del 32%. Ningún país habla de desconocimiento. Juzgue usted.
  1. Los resultados: ganó el chavismo. Arrasan el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, partido de gobierno) y sus aliados del Gran Polo Patriótico (GPP) quienes obtuvieron el 69,4%[1], mientras que la Alianza por el Cambio – de oposición – y conformada por partidos como AD y Copei (el viejo bipartidismo pre-revolución) consiguieron el 17,7%. Otros partidos fuera de las mencionadas alianzas, obtuvieron un 12, 9% de los votos.  ¿Qué significa?
  • Para el chavismo: mayoría absoluta tanto en listas nacionales como en regionales. El Comando de campaña anunció que ganaron en todos los estados del país. El chavismo duro participa y expresa claramente su posición anti injerencista. La propuesta opositora dictada en Washington de #YoNoVoto, no cala en los sectores populares. Eso sí, considerando los números y la participación total, no puede el gobierno tomar actitudes triunfalistas. Es muy claro que si la oposición hubiera ido en unión, los resultados no serían tan arrasadores. El descontento de algunos sectores del chavismo (que se abstiene, más no vota por la oposición) debe ser considerado, porque expresa no solo lealtad, sino demandas legítimas de un sector amplio, especialmente en materia económica (dolarización de facto, etc)
  • Para la oposición: consiguen un número de escaños acorde a su nivel, son pocos los opositores fuera del grupo golpista y de caras conocidas. Sin embargo, con este resultado la parte de la oposición de derecha que no está de acuerdo con la política de no participación democrática del grupo liderado por Juan Guaidó, no solo deja en evidencia sectarismo interno, sino la posibilidad real de que grupos no chavistas puedan ofrecer alternativas al país, en un campo de juego que solo exige apego a la Constitución y las leyes. Una derecha unida habría podido conseguir muy buenos números.
  • El caso de la oposición chavista- PCV: El Partido Comunista de Venezuela decidió salir de la alianza del GPP. Adujeron que sus propuestas dentro del mismo no eran escuchadas, con críticas importantes vinculadas a temas como la dolarización, la apertura económica al sector privado, el deterioro en la calidad de vida de la clase obrera, la corrupción y la política agraria, que aún protege a terratenientes antes que al campesinado. Consideramos que su lectura en cuanto a cálculo electoral fue errada (mantuvieron su votación marginal histórica), sin embargo, sus denuncias no carecen de seriedad y deberían ser discutidas dentro del chavismo. Mantienen su posición antiimperialista y anti injerencia. 
  1. El “reconocimiento”: como ya se había anunciado previamente, ni los EEUU, ni la UE, ni el Grupo de Lima reconocerían el proceso electoral, en consonancia con su política de injerencia. Sospechamos que de haber participado la oposición en su totalidad (es decir, con su autorización) y si estos hubiesen obtenido escaños, el veredicto no sería el mismo (como ocurrió en 2015). Acá presenciamos otro claro ejemplo de la doble moral y el atentado a las reglas del derecho internacional que se aplican a Venezuela. La única razón por la que no “se reconoce” a los procesos democráticos del país es porque su gobierno no esta alineado con los gustos y exigencias de las grandes potencias. Cualquier proceso de emancipación y soberanía como la Revolución Bolivariana, debe ser eliminado. Los medios de comunicación han sido cómplices, con una cobertura inusual y extraordinaria de todo lo que sucede en ese país, transformándolo casi en asunto de política interna de otras naciones.
  1. Datos de interés: A diferencia de la “gran” democracia estadounidense y de las del Grupo de Lima, en Venezuela, el poder electoral garantiza que las elecciones sean transparentes. Más de 300 veedores internacionales pueden dar cuenta de ello. Se invitó a todos los sectores, aunque algunos decidieron no asistir, como la UE. Se realizan auditorías previas, en el momento y posteriores. Las máquinas de votación se activan con huella digital y además se emite también un comprobante en papel, con lo cual hay doble conteo de seguridad, digital y en papel. No es posible el robo de papeletas, ni hackeo de las máquinas. Los resultados se conocen en pocas horas. El pueblo venezolano ha participado en 26 elecciones en 21 años y su cultura democrática y electoral es amplia y conocida. No se registraron incidentes. Comparemos con países como Colombia (uno de los más insistentes en opinar de sus vecinos), donde cualquiera lleva a fotocopiar las papeletas cuando se acaban en la mesa en plena elección, o en EEUU, donde a casi un mes de las presidenciales, uno de los contendores mantiene su denuncia de fraude y se desconocen los resultados finales, a falta de autoridad electoral; sin que nadie denuncie ni se alarmen los medios mundiales.

El domingo, los venezolanos participaron nuevamente de otro proceso electoral. Expresaron su opinión. Esto es indudable. Los datos del contexto (bloqueo, polarización, injerencia) deben ser siempre considerados en cualquier análisis; así como el conocimiento de la política interna y las características – incluso idiosincráticas – que marcan los procesos políticos y sociales en ese país. El bipartidismo previo al chavismo, el comportamiento electoral, entre otros, pero sobre todo, reporta la necesidad de reconocer la existencia del chavismo como fuerza social y popular, que, a pesar de los avatares, continúa siendo mayoría. Mientras la oposición nacional e internacional nieguen ese hecho, cualquier intento de cambio está destinado al fracaso. El apartarse del camino democrático solo les garantiza continuar fracasando. Ganó el chavismo y el antiimperialismo. Pero hay chavismo molesto y oposición desmarcándose de Guaidó y su grupo. Con sus votos y sus abstenciones, la voluntad popular se expresó y hay que saberla leer, yendo más allá de los deseos propios, estudiando la realidad.

PD: La Actualización final del CNE adjudica- de un total de 277 curules - 253 al PSUV/GPP, 11 AD, 3 AvanzadaProgresista, 3 ElCambio, 2 PrimeroVenezuela, 1 Copei (En coalición opositora suman 20), y 1 puesto para el PCV. Solo resta por definir el cupo de 3 diputados indígenas.

 

[1] Resultado del Segundo Boletín Oficial emitido por el CNE.

 

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