Guillermo Lasso y la dolarización para unos pocos

mb
Jueves 15 de Abril de 2021

El 8 de marzo del 2021 se cumplieron 22 años del Feriado Bancario, este se debió a una serie de reformas neoliberales a lo largo de una década. Su mantra principal fue liberalizar el sector financiero y reducir el tamaño del Estado, pero detrás de toda aquella fachada propuesta por el neoliberalismo, el Estado era capturado por un selecto grupo. En el año 1998 los grupos de poder conformados por la banca se volvieron tan evidentes, que cristalizaron su proyecto en la presidencia de Jamil Mahuad

La banca ocupó notables cargos en el gobierno de Jamil Mahuad: el actual presidente electo Guillermo Lasso del Banco de Guayaquil, se desempeñó como Superministro de Economía y gobernador del Guayas. Ana Lucia Armijos de la Asociación de Bancos Privados llegó a ocupar los cargos del Ministerio de Gobierno, Finanzas y fue Presidenta de la Junta Monetaria. Álvaro Guerrero de la Previsora fue presidente del Conam. Jorge Egas Peña vinculado al sistema financiero, y exministro de León Febres Cordero se desempeñó como Superintendente de Banco. Medardo Cevallos Balda, de Balcomex, se volvió embajador en México, y también Fernando Guerrero, de la Previsora, se desempeñó como gerente del Banco Central.

En aquel entonces Jaime Nebot era diputado por el Partido Social Cristiano, y en alianza con La Democracia Popular conformaban la “aplanadora”, que manejaron el Congreso y aprobaron la creación de la AGD y se da el Salvataje Bancario. Este salvataje consistió en que los depósitos del sistema privado estaban cubiertos por el Estado en el 100%, mientras la pobreza y desigualdad aumentaban.  El 8 de marzo de 1999 se da el inicio del Feriado Bancario con la congelación de los depósitos; y el 9 de enero del 2000 el Ecuador pierde su soberanía monetaria, adoptando la dolarización.

En el Ecuador se dieron dos dolarizaciones, la primera conformada por los grupos de poder allegados al gobierno que tenían información privilegiada, cambiando sus sucres a dólares presionando el tipo de cambio. La segunda dolarización fue cuando se decretó oficialmente, sobre el pueblo desprevenido, a costa del aumento de la pobreza, migración, destrucción de empleos y desigualdad.

En el Gobierno de Rafael Correa se aumentó la inversión pública, fortaleciendo la demanda agregada, la economía creció y se mejoró el nivel de vida de las capas sociales. Aun así, el sector de la exportación siguió siendo primario exportador, lo que impidió que ingresen más divisas en relación al tamaño de la Economía. Al adoptar la agenda de Guillermo Lasso, el gobierno de Lenin Moreno liberalizo las importaciones, sosteniendo la dolarización vía deuda externa, además de intentar eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas y, privatizar el Banco Central. Por otro lado, Guillermo Lasso en reiteradas ocasiones, tanto en su plan de gobierno, como en entrevistas, ha mencionado su intención de eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas, y se privatiza el BCE, persistiendo en el modelo de deuda y pobreza.

Los países no pueden vivir de forma perpetua con déficit de cuenta corriente, sin que las condiciones macroeconómicas se deterioren. Cuando el déficit no se financia mediante la entrada de divisas, lo que se genera es una crisis del tipo de cambio. En una economía dolarizada como la ecuatoriana, el tipo de cambio no se deteriora, pero no evita que la economía caiga en una crisis de régimen monetario. El Ecuador solo puede sostener la dolarización de dos maneras:

La primera forma de sostener la dolarización es mantener el nivel de importaciones, manteniendo el Impuesto a la Salida de Divisas, detener el proyecto de privatización del Banco Central, e inyectando dinero en la economía. Conjuntamente con un plan de industrialización para salir del patrón primario exportador, generando una dolarización para todos los ecuatorianos y no para unos pocos.

La segunda es la propuesta por Guillermo Lasso: una dolarización para unos pocos, con políticas neoliberales. En donde se privatiza el Banco Central, se flexibiliza el mercado laboral, se elimina el impuesto a la salida de divisas y se reduce el Estado. Lo que traería consigo una disminución del salario, precarización laboral y redistribución de pobres a ricos, beneficiándose los grandes grupos económicos, en un eterno ciclo de achicar la economía y disminuir el nivel de vida de los ecuatorianos, para que se ajusten a las divisas disponibles.