A lxs Estudiantes: reflexiones sobre el Paro Nacional

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Miércoles 23 de Octubre de 2019

                                                                                                     

Que vivan los estudiantes

Jardín de nuestra alegría

Son aves que no se asustan

De animal ni policía

Y no le asustan las balas

Ni el ladrar de la jauría”

 

Asomaba la mañana del jueves 3 de octubre de 2019, entre la algarabía y la contradicción aparecían quienes se tomaban las vías, quemaban llantas y levantaban barricadas y quienes buscaban cualquier medio para llegar a su trabajo. La fuerza pública forcejeaba con algunos y daba paso a otros, muchos -a pesar de la falta de transporte- avanzaban hacia el centro histórico, a gritar y expresar, como en tantas otras ocasiones, que no iban a permitir que los títeres del FMI les metiesen las manos en los bolsillos para complacer a unos pocos criollos pudientes.

Se había difundido durante la noche anterior, vía redes sociales, una convocatoria que decía, y cito: La histórica UCE se vuelve a levantar. Contra el paquetazo. Punto de encuentro 10 am en la pileta de la U frente al teatro”. Nadie aparecía al frente de la convocatoria, no había logos, slogans, marcas, distintivos, banderas o indicio alguno de quienes eran lxs patanes que incitaban a lxs estudiantes a salir en actitud pacífica a las calles. Sin embargo, el mensaje era claro, fue recibido y reproducido, con agrado al parecer, por varios estudiantes con algún grado de conciencia y empatía.

Aquel jueves, cerca de una centena de universitarios y universitarias se concentraron en el lugar en dónde su cita con la historia les llamaba. Tras un momento de gritar arengas, consignas y concientizar el motivo de sus actos, partieron en pacífica y decidida multitud hacía el centro histórico. Algunos llegaron hasta la calle Oriente, en dónde tras la represión de la Fuerza Pública, o, mejor dicho, después de que la Policía Nacional hiciera uso progresivo de la fuerza, y dejase que la fuerza progrese atorrante en su uso, la compacta masa se dispersó entre el miedo, los gases nocivos , las bombas lacrimógenas y vomitivas que llovían, la sirena aturdidora de las tanquetas antimotines, y sobre todo el fuerte sentimiento de desorganización, impotencia y vulnerabilidad.

Citó este episodio con dos propósitos. El primero tiene que ver con resaltar la participación universitaria en las jornadas de movilización y las acciones emprendidas en el marco del Paro Nacional que describiré posteriormente y; segundo, el de resaltar como la crisis organizativa, la incapacidad política, la mediocridad de acción, el oportunismo de las dirigencias y la gravísima carencia de representatividad de las organizaciones históricas -como la FEUE- puso y pone en riesgo preponderante a los procesos de resistencia, movilización, y reflexión crítica estudiantil.

Durante los 12 días de intensa movilización y violencia acaecidos en el país, fuimos testigos de varios hechos, criticables, legítimos-o no- sangrientos sin duda, preocupantes con certeza, que cada quien en su fuero interno por esta ocasión sabrá interpretar, y en caso de aquellxs más limitadxs, juzgar. Esta vez y por ahora nos limitaremos a describir el accionar de un grupo cuya heterogeneidad, así como su participación histórica en procesos de insurrección popular, resultan en una complejidad fascinante.

Varios sectores estudiantiles, organizados de forma independiente, autónoma, apartidista y desinteresada tuvieron un rol completamente activo en las jornadas de protesta. Prueba de aquello es que La Policía rastrea a los miembros de grupos violentos…Los primeros nombres ya aparecen en los expedientes de investigación. Se menciona a 19 agrupaciones…Entre los primeros perfiles levantados sobre estos grupos aparecen estudiantes, líderes de colectivos, obreros, universitarios, activistas…1

Es evidente que al estado no le fue indiferente la participación de algunxs compañerxs en actos violentos que, en buena medida, seguramente fueron respuesta a las agresiones violentas, sistemáticas y organizadas de las Fuerzas Públicas. Allende a la participación en el frente de grupos violentos, varios y varias fueron quienes se volcaron a las calles, a pesar del miedo desatado por el accionar policial, a pesar del decreto de estado de excepción, a pesar de la militarización de la ciudad y aún por sobre el toque de queda, a reclamar de forma pacífica, a ejercer nuestro constitucional derecho de resistir a la miseria importada. Varixs estudiantes de forma autónoma, consiente, y profundamente empática pusieron manos y cuerpxs, vidas y saberes al servicio de quienes históricamente han sufrido abusos y discriminación, de quienes en aquellos doce días, liderados por los pueblos y nacionalidades resistieron los embates del neoliberalismo hecho carne. Brigadas de médicos, de estudiantes de medicina -de hecho de varias universidades así públicas como privadas- atendieron a los millares de heridxs2. Jóvenes voluntarixs, aprendices de las distintas ramas de la ciencia, alimentaron y cuidaron a guaguas, warmis, runas, todos caris, firmes aún cuando fueron amedrentados y atacados en las zonas de paz y refugio, que dicho sea de paso fueron instalaciones universitarias en su gran mayoría. Así mismo, jóvenes comunicadores y comunicadoras se encargaron, jugándose el físico en las calles, y arriesgándose a la posterior persecución, de romper el cerco mediático, levantado por los poderes fácticos, con no más herramientas que sus cámaras, teléfonos celulares y la fuerza avasallante de la verdad y la convicción. Estudiantes, que sin descanso acopiaron medicinas, alimentos, ropa y demás vituallas necesarias para sostener la medida de hecho. Estudiantes de arte, que con sus guitarras y bombos cantaban a la vida y a la esperanza en medio de la zona de conflicto. Y no fueron unxs pocxs desadaptadxs. Fuimos muchxs lxs consientes, lxs que no pudimos permanecer indiferentes y que sin violencia salimos a ayudar a quienes la sufrían.

Sin embargo, por más esperanzador que resulte, queda en evidencia la carencia de una organización estudiantil fuerte, con capacidad organizativa que oriente la acción a fin de evitar esta suerte de voluntarismo filantrópico para convertirlo en capacidad movilizadora. Hace falta representación, no de aquellos presidentes de FEUE, títeres de partidos de pseudo izquierda que almuerzan y dialogan con quienes dan la orden de reprimir a sus compañerxs en las calles. Es hora de escupirle en la cara a la vetusta y rancia organicidad de papel de estos organismos ilegítimos y crear, con la inmensa fuerza y capacidad propias de la juventud y el estudio organizaciones de nuevo tipo, de buscar formas de representación que no permitan la particularización de intereses ni el usufructo de los espacios de dirigencia. Es hora de reinventarnos no sólo como necesidad coyuntural, como forma de cuidarnos entre todxs. Es necesario que lxs estudiantes volvamos a creer que cambiar el mundo es posible.

 

Referencias

1 Edición Digital, El Comercio, Redacción Seguridad, Agentes rastrean a 19 grupos violentos; en la lista hay estudiantes, activistas y miembros de partidos de izquierda. 21 de octubre de 2019 00:00. Quito Ecuador. URL: https://www.elcomercio.com/actualidad/agentes-rastrean-grupos-violentos-quito.html

2 Según datos de la Defensoría del Pueblo con fecha 17 de octubre, se registraron más de 1340 heridos durante los disturbios.

 

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