Frente al terrorismo de Estado, Justicia Indígena

justicia indigena
Jueves 2 de Octubre de 2025

El domingo 28 de septiembre se consagró el séptimo día del Paro del Pueblo. La madrugada del domingo, dos convoys militares descomunales cercaron desde norte y desde el sur a las comunidades movilizadas. Producto de esta brutal arremetida, aproximadamente a las 6 de la mañana, Efraín Fuerez fue ejecutado por las Fuerzas Armadas del Ecuador, con una bala que ingresó por su espalda y salió por su hombro izquierdo, como reveló la autopsia. Posterior a la ejecución extrajudicial, dos tanquetas militares se acercaron violentamente hacia el cuerpo de Efraín y el compañero que con infinita dignidad lo protegía. Cinco militares descendieron de los vehículos y procedieron a golpearlos con sus fusiles, les propinaron golpes y patadas por varios minutos, hasta que se convencieron de que en efecto el compañero no liberaría a los militares, bajo ninguna presión ni tortura, el cuerpo de Efraín.

¿Con qué intención los militares atacaron al cuerpo ya deceso de Efraín y a su compañero? No podemos encontrar otra inferencia que con la intención de desaparecer el cuerpo de Efraín y con este, la evidencia de la ejecución extrajudicial. Estos actos demuestran no solo el uso desproporcionado de la fuerza, sino que además demuestran que existe una orden superior que no solo dispone el uso de armas letales contra manifestantes desarmados en el ejercicio constitucional a la protesta, sino que además podemos presumir que la orden se extiende hasta el uso de mecanismos ilegales como la tortura para la desaparición de evidencia, en este caso el cuerpo de Efraín Fuerez, comunero y dirigente del pueblo Cotacachi de 46 años. Esposo, padre y trabajador.

Desde el inicio del Paro del Pueblo el 22 de septiembre, el Gobierno Nacional ha ejecutado una serie de medidas persecutorias y criminalizantes en contra de la organización popular, empezando por el congelamiento de cuentas de varios dirigentes del Movimiento Indígena, del Frente Nacional Antiminero y otras organizaciones de la sociedad civil, incluso autoridades de gobiernos autónomos descentralizados, que han decantado en el inicio de investigaciones en contra de decenas de militantes. Así mismo militarizó el territorio nacional, especialmente la Sierra, en una actitud beligerante en contra de las organizaciones movilizadas. Miles de militares fueron colocados estratégicamente en Latacunga, amedrentando y neutralizando al MICC, que también sufrió el cierre forzoso de TV MICC, el medio comunitario de onda amplia más antiguo del país.

En este contexto, la represión contra los pueblos de Imbabura se demostró brutal y desproporcionado con quienes sostienen las medidas de hecho por la derogatoria del decreto 126 como demanda central, pero también levantadas en contra de las políticas antipopulares del gobierno de Daniel Noboa, que ha intentado imponer una institucionalidad que por un lado legaliza la persecución y criminalización de organizaciones y el derecho a la protesta, así como facilita la concesión, desposesión y explotación de territorios ancestrales y comunitarios, la flexibilización laboral, y por supuesto una criminalidad institucionalizada en el Estado que mantiene a la población sumida en el terror y la inseguridad.

Un producto desdeñable de esta política de muerte impuesta por Daniel Noboa, es la materialización del terrorismo de Estado, con la orden superior de uso de armas y municiones letales contra manifestantes, que terminó con la ejecución extrajudicial de Efraín Fuerez la mañana del 28 de septiembre de 2025 en el partidero de Cotacachi.

En respuesta y amparados en el Art. 171 de la Constitución; en los Art. 55 y 56, y 10 y 11 de la Constitución; y los Art. 1, 2 y 3 del Convenio 169 de la OIT, la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi UNORCAC ejerció su competencia jurisdiccional en el proceso comunitario de 13 militares retenidos en Cotacachi.  

En este contexto de extrema violencia estatal y represión desmedida, el día 30 de septiembre se realizó una Audiencia Comunitaria, contra 13 militares procesados de manera comunitaria por haber irrumpido la armonía comunitaria y la normal convivencia de las comunidades de Cotacachi. Los compañeros y compañeras de la UNORCAC, conjuntamente con veedores de Derechos Humanos y veedores de procedimientos jurídicos, y con la presencia de autoridades como el Alcalde de Cotacachi, la Jefatura Cantonal de Cotacachi, La Cruz Roja Provincial de Imbabura, La Defensoría del Pueblo, La Fiscalía de Imbabura, el párroco representante de la Iglesia La Matriz y acompañantes como el Comisario de Cotacachi, La Asamblea de Unidad Cantonal, La Alianza de Organizaciones de , quienes pudieron determinar durante el proceso comunitario de justicia, que en efecto las Fuerzas Armadas ejecutaron municiones contra los manifestantes el día 28 de septiembre, y que producto de este evento que contraviene todos los tratados y convenciones de Derechos Humanos a nivel nacional y regional, falleció el compañero comunero Efraín Fuerez de 46 años de edad.

Entre las determinaciones y resoluciones a las que se llegaron en la Audiencia Comunitaria, constan como muy importantes las siguientes:

5ta. A partir de la enorme cantidad de testimonios y la gravedad de los relatos sobre las violaciones de derechos, se evidencia que existen indicios claros de una ejecución extrajudicial desde el Estado en la muerte del señor Efraín Fueres, e incluso puede tratarse de un delito de lesa humanidad.

6ta. Declaramos que la presente audiencia trató únicamente el llaki mencionado en las resoluciones Primera y Segunda de la presente sentencia. Por tanto, la ejecución extrajudicial del señor Efraín Fuerez por parte del Estado no constituye la cosa juzgada en esta sentencia por lo que los responsables no deberán apelar el principio non bis in idem al respecto.

7ma. Se observa que existe una política estatal para el uso de armas letales contra las manifestaciones, lo que pone en riesgo la vida de quienes exigen sus derechos. Se resuelve poner en conocimiento de los órganos internacionales de protección de las personas defensoras de territorios y pueblos indígenas, la presente sentencia comunitaria de justicia indígena.

8va. La Autoridad Comunitaria de la UNORCAC requiere a la Justicia Ordinaria en particular a la FGE, agendar una reunión a la brevedad posible para desarrollar un proceso de cooperación con miras de aportar en el juzgamiento de la ejecución extrajudicial de Efraín Fuerez.

16ta. Se realizó la entrega de la militares a la Defensoría del pueblo, la Cruz Roja y a sus familiares. Dejando constancia pública de que son entregados en buenas condiciones de salud como corrobora el informe de atención médica de la Cruz Roja Ecuatoriana.

Así mismo, los 13 militares se han disculpado por las acciones que llevaron a la ejecución extrajudicial del compañero comunero, han extendido el sentido pésame a la familia de Efraín y a su comunidad, así como han solicitado públicamente al Gobierno Nacional, frente a los medios de comunicación presentes, la liberación de los 12 detenidos durante el Paro como un gesto que contribuya al diálogo intercultural entre las comunidades y comunas, y el Estado. “Los indígenas no son terroristas”, versaron los militares.

Frente a la brutalidad ejercida por las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en el marco del Paro del Pueblo desde el 22 de septiembre de 2025, que terminó con la ejecución extrajudicial de un compañero comunero en Cotacachi, la organización popular comunitaria ha respondido en consonancia con sus derechos constitucionales y ha ejercido su competencia jurisdiccional en el ejercicio de una Audiencia Comunitaria de Justicia Indígena, como mecanismo de justicia en sus territorios, que por 10 días han sufrido extrema violencia ejercida por el Estado.

La moral terrorista del imperialismo extractivo que en este país abandera el gobierno de Daniel Noboa también reproduce lógicas de impunidad que no serán aceptadas ni por las comunidades y pueblos afectados directamente por la extrema violencia ejecutada por orden superior, ni por el resto del país, que ha sido testigo de este modo criminal de control de poblaciones y territorios que intenta imponer el “Nuevo” Ecuador. Respaldamos con todas nuestras fuerzas y nuestros medios a la UNORCAC y todas las comunidades y pueblos en resistencia, así como nos comprometemos con la verdad y la justicia para Efraín Fuerez, su familia y comunidad. 

Efraín Fuerez presente.