Entre oportunismo y demagogia: un fantasma recorre Cuenca

ELECCIONES ALCALDIA CUENCA
Jueves 17 de Enero de 2019

El panorama electoral en Cuenca – como en todo el país – aparece disperso, ideológicamente descompuesto, sin propuestas y con múltiples incertidumbres, situación que nos condiciona a una campaña electoral demagógica y altamente oportunista que buscará pescar en río revuelto, en una época de desorientación política y social que únicamente beneficiará la consolidación de una derecha ávida de cerrar sus negocios.

La política históricamente en Cuenca ha sido cacical y una actividad de pocas familias (incluso personas) que, desde una visión patrimonialista, busca asegurar prebendas para las élites en un afán de gobernabilidad, es decir, siempre se ha buscado contentar a determinados sectores de poder para que dejen gobernar.

Si revisamos a los 3 principales candidatos a la Alcaldía de Cuenca pensaríamos que esta historia nuevamente se repetiría, sin embargo, la presencia de un agente externo podría poner en jaque a los políticos de siempre, pero, al mismo tiempo, colocar a la ciudad en una situación de peligro.

Las candidaturas a las que hacemos referencia son de Marcelo Cabrera, Paúl Carrasco y Jefferson Pérez, que analizamos a continuación:

  1. Marcelo Cabrera parte necesariamente como uno de los favoritos al contar con la estructura y recursos de la Municipalidad que además coincidencialmente dejó sus mejores cartuchos para la parte final de la gestión: inauguración de parques, pruebas finales del tranvía, renovación parcial de buses. Su principal lastre en la campaña será su propia gestión caracterizada por incumplimiento de plan de trabajo y obras clave para la ciudad: construcción de 5.000 viviendas, nueva circunvalación, culminar el tranvía, planta de tratamiento de aguas en Guangarcucho, nuevo camal, planes maestros y una planificación real a mediano y largo plazo.

Salvo un milagro político-electoral Cabrera corre el riesgo en la campaña de únicamente decrecer en las encuestas, porque no tiene nada nuevo que prometer y porque su alianza de Chendo con CREO no representa beneficio alguno. Su único respaldo y que se configura como el alfil de su discurso es la amplia experiencia en lo público, algo de lo que carece su principal contendor.

  1. Paúl Carrasco también se presenta como un candidato con posibilidades a consecuencia de su estructura creada desde la Prefectura por más de una década a punta de clientelismo. Su potencial radica en que es una máquina para crear discursos falaces que pueden persuadir a la gente a través de propuestas rimbombantes casi todas inviables, ilegales e imposibles. Muchos afirman que es un buen candidato por su demagogia populista, empero, su palabra y veracidad han venido a menos por una administración que se enfocó en el último periodo en levantar un partido nacional (Juntos Podemos), crear tasas, y en despilfarrar la plata para captar atención (Cumbres Mundiales, festivales artísticos, regalar leche) descuidando como siempre vialidad, riego y productividad, basta mencionar que en 15 años como prefecto el Azuay no ha obtenido ninguna carretera nueva.

Aunque cabe mencionar que su posibilidad real de pelear la Alcaldía depende de que el supuesto outsider de esta elección quede fuera de contienda, caso contrario, es la oportunidad histórica para que en el Azuay inicie el fin del “carrasquismo” que más allá de la prepotencia y la demagogia poco o nada deja de legado en la provincia.

  1. El principal contendor de Cabrera y Carrasco es un fantasma que recorre las calles de Cuenca con un discurso peligroso, me refiero a Jefferson Pérez cuya principal carta de presentación en el discurso politiquero son sus méritos deportivos y su difícil historia de vida argumento que le jugará a ambos lados, a favor porque le permite generar empatía con sectores sociales populosos (mercados, transportistas, trabajadores, etc.) en quienes evoca la imagen del “triunfo desde abajo”,  y en contra porque en los sectores medio-alto y alto genera un rechazo por su latente clasismo.

Para todas las candidaturas es el enemigo a vencer, por ello, se han presentado para darle de baja 3 impugnaciones debido a contratos con el Municipio de su radio “Excelencia 100.1”, igualmente, se está apelando a su falta de experiencia política como un limitante para el ejercicio del cargo. Sin embargo, en lo personal lo más preocupante es su discurso que disfrazado de “humanista liberal” que esconde una visión empresarial para la gestión pública y de profundo conservadurismo para la acción social, basta revisar su lista de concejales para percatarse de ello y asustarse.

Pérez es una amenaza para las empresas públicas como ETAPA porque su concepción de “emprendedor exitoso” no dudaría en privatizarla, abrirla a capitales privados, o hacerla rentable a costa de la calidad y responsabilidad de los servicios públicos.  En pocas palabras, “Jeff” es la apuesta de la derecha, los bancos y las cámaras para comerse entero al Estado.

Es triste que Cuenca tenga que decidirse entre el oportunismo y la demagogia en estas elecciones, entre lo básico y lo fútil, entre la mentira y la ignorancia; pero lo más desesperanzador es que aquel que marcha como fantasma no sólo está en Cuenca y no sólo se apellida Pérez, está en todo el país al acecho y se llama neoliberalismo aunque de seguro no se lo nombrará en la campaña, no saldrá en los afiches pero gobernará.

 

Categoria